RESTAURADO UNO DE LOS ÓRGANOS BARROCOS DE LA CATEDRAL DE SEGOVIA

18/09/2020


 

 

El domingo 4 de octubre tendrá lugar la inauguración oficial del órgano del Evangelio de la Catedral de Segovia tras más de dos años de trabajos de restauración. En este día de especial importancia para el templo serán dos los actos inaugurales, uno durante la mañana con una Misa solemne a las 11:00 horas presidida por el Obispo, César Franco, acompañada por el sonido del órgano.

Por la tarde, el segundo de los actos está previsto a las 20:00 horas con un concierto en el que participarán tres organistas de reputado prestigio, los cuales asesoraron al Cabildo Catedralicio y a la Comisión creada para la restauración del órgano del Evangelio, considerado obra cumbre del órgano barroco español y de la familia de los Echevarría, afamados organeros vascos.

Este concierto inaugural contará con aforo limitado de 150 personas para seguir las medidas de seguridad marcadas por las autoridades sanitarias.

Durante el comienzo del acto, el encargado de la restauración mecánica del órgano, Joaquín Lois, hará una breve exposición del trabajo realizado para, a continuación, escuchar las interpretaciones de los tres organistas invitados: Luis Dalda, Roberto Fresco y David Largo. Junto a ellos, también participarán con varias interpretaciones los organistas de la Catedral de Segovia: Ángel Montero y Javier Santos.

La fecha de inauguración se fue atrasando debido a la actual crisis sanitaria generada por la pandemia del COVID-19 hasta finalmente optar por el 4 de octubre.

Con estos actos programados el Cabildo Catedralicio segoviano quiere poner énfasis en la importancia musical de este órgano, obra del organero y fraile franciscano José de Echevarría realizado en el año 1769, su papel principal en la liturgia y como medio de alabanza a Dios a lo largo de los siglos.

Como hemos apuntado, a partir del 4 de octubre el órgano del Evangelio se podrá escuchar en las diferentes misas celebradas en el Altar Mayor del templo y en próximos conciertos organizados por la Catedral de Segovia o en colaboración con diferentes asociaciones y fundaciones.

 

 

El órgano del Evangelio ya se puede escuchar con todo el esplendor con el que fue realizado avanzado el siglo XVIII por José de Echevarría para el uso litúrgico de la Catedral de Segovia, gracias al minucioso trabajo de restauración llevado a cabo en estos dos últimos años.

Para llegar al día de hoy, se han sucedido diferentes fases que tienen su comienzo en el estudio y decisión de la intervención. Para ello, en el año 2017 se creó una Comisión integrada por el Prefecto de Música Emérito de la Catedral, Monseñor Alfonso María Frechel, el archivero capitular, José Miguel Espinosa, el profesor de órgano en el Conservatorio de Segovia, David Largo, y los dos organistas de la Catedral de Segovia.

Tras analizar diferentes propuestas de talleres, se decidió optar por el proyecto presentado por el taller de organería de Joaquín Lois. Una vez aprobado por el Cabildo, los trabajos comenzaron en marzo de 2018 con la idea principal de seguir fielmente la concepción original con la que se diseñó este órgano.

Durante el proceso completo de restauración se ha intervenido paralelamente en la restauración integral de la caja y del interior del instrumento. La restauración exterior del mueble, con una altura de 17 metros, se centró en la recuperación de la policromía, partes perdidas de sus dos fachadas y grupos escultóricos que miran a la nave central y a la nave del evangelio del recinto catedralicio.

Estructuralmente, el mueble se encontraba en un buen estado de conservación. Solo estaba afectado por pérdidas de fragmentos y separaciones. Se intervino inicialmente sobre la capa de polvo que cubría el conjunto y que no dejaba ver con claridad los diferentes estratos de policromía, además de reforzar algunas piezas y proceder a la reconstrucción de los fragmentos perdidos.

El proceso de restauración del mueble siguió con el afianzamiento de los estratos pictóricos originales para pasar al trabajo completo de reintegración cromática que finalizó con un barnizado de protección de toda la superficie. Paralelamente, los maestros organeros del taller vallisoletano iniciaban el desmontaje de la tubería exterior e interior, la consola y mecánicas.

Los trabajos de restauración del mecanismo se llevaron a cabo, parcialmente, en el taller habitual de trabajo. Allí se intervino en la recuperación de los teclados originales, secretos, tubería labial y de lengüeta, formada por 2.750 tubos, y restantes partes del conjunto, dejando el mueble vacío.

 

 

Entre los múltiples trabajos realizados en estos dos años fue necesario sustituir los dos antiguos fuelles por seis nuevos de cuña, más adaptados a la dinámica del viento, o la recuperación del tacto sensible característico de los órganos castellanos del siglo XVIII gracias a que los teclados originales sustituidos en el año 1892 quedaron depositados en la Catedral de Segovia.

Tras actuar sobre cada una de las piezas, la parte mecánica se montó de forma completa en el taller para realizar las pruebas pertinentes antes del traslado de vuelta a la Catedral de Segovia. El objetivo era comprobar los ajustes de registros, estanqueidad o armonización para que no fallase nada antes de volver a colocarlos en su engranaje y lugar original. A la vez, se intervino en la tubería de fachada con el desmontaje de cada una de ellas para eliminar oxidaciones, respetando las coronas y ventanas de afinación.

Por último, con el montaje completo de la mecánica y repetidas pruebas de afinación quedó finalizada la restauración tras dos años y una inversión de 572.330 euros por parte del Cabildo de la Catedral de Segovia que han hecho posible recuperar su sonido original.

En 1769 se inician los trabajos de un nuevo órgano para el lado del Evangelio, dentro del coro, gracias a la donación hecha por el obispo de Segovia, Juan José Martínez y Escalzo. El Cabildo Catedral recurrió a Pedro Manuel de Echevarrría, aunque en la práctica será su hijo, José de Echevarría, quien realizara la construcción del órgano por la cantidad de 20.000 ducados. La caja fue encargada al ensamblador y tallista madrileño Juan Maurat y, seis meses más tarde, el 23 de junio de 1770, Santiago Casado, el mismo que doró la caja del órgano de la Epístola, presenta las condiciones para su decoración. Ambos trabajos fueron terminados en 1771 y, en 1773, José de Echevarría entrega el órgano al Cabildo y se le abonan los últimos pagos pendientes.

La primera actuación de mantenimiento se llevó a cabo seis años después, también por José de Echevarría, y consistió en apear, limpiar y afinar el órgano del Evangelio y su opuesto, el órgano de la Epístola.

Adentrados en el siglo XIX, tras la Guerra de la Independencia (1808-1814), el organero Tomás Risueño se dirige al Cabildo para dar a conocer el mal estado del órgano y, finalmente, la actuación se retrasa hasta el año 1822. Pero no fue hasta setenta años después cuando el órgano del Evangelio fue objeto de una profunda reforma de la mano de Juan Otorel, cambiando en lo instrumental hacia una orientación romántica, aunque manteniendo la práctica totalidad del órgano de José de Echevarría.

Las intervenciones durante el pasado siglo XX fueron constantes aunque en aspectos concretos, y no fue hasta el año 1954 cuando se intervino a gran escala, con la instalación de un ventilador eléctrico y, hasta hoy, el mantenimiento es periódico, destacando su buen funcionamiento.

 

 

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