PINTORES DETRÁS DE LA CÁMARA

Vicente Molina Foix (07/02/2007)


 

 

Este ciclo de proyecciones sigue a los que en estos dos años últimos han tenido lugar en el museo, el primero centrado en películas biográficas de pintores y el segundo en diversas aproximaciones al mundo de los artistas plásticos, a sus leyendas y contaminaciones cinematográficas. A diferencia de ambos, el presente ciclo Pintores detrás de la Cámara propone, con alguna libertad creo que justificada, lo que su título sugiere.

Es decir, veremos las singulares propuestas cinematográficas realizadas personalmente por Duchamp, Man Ray, Fernand Léger y Dalí (estos dos últimos en colaboración con sendos cineastas), una muestra muy completa de la filmografía extraordinaria del artista norteamericano Joseph Cornell, y el trabajo de Matthew Barney, uno de los ‘enfants terribles' con más talento entre los artistas contemporáneos que utilizan la imagen fílmica como una extensión narrativa del dibujo y la pintura (fuera, por tanto, del más común campo del vídeo-arte).

Estos programas proponen, a mi juicio, un recorrido en celuloide por las vanguardias, desde los históricos de los ‘ismos' más convulsivos y desafiantes (Dadá y Surrealismo) hasta aquellos que, como Dalí, Cornell o Barney, se sirven de las películas para acotar un territorio personal aún más visionario y juguetón que el de sus cuadros.

Bajo el epígrafe de La Ciudad Pintada se ofrecerán dos sesiones de un cine de gran belleza formal muy ligado al concepto de la urbe futurista y sincopada, tan vigente en la plástica, la música y la literatura de los años 1920. Por un lado, el poema sinfónico en imágenes sobre Berlín del pintor Walter Ruttmann, y después una serie de variaciones líricas en torno a Nueva York, encabezada por la pionera Manhatta, que dirigieron conjuntamente dos grandes artistas de la vanguardia norteamericana: el pintor Charles Sheeler y el fotógrafo Paul Strand.

Precisamente, la libertad (relativa) a la que antes me referí tiene que ver con la inclusión en este ciclo de los fotógrafos al lado de los pintores, algo que nadie, estoy seguro, nos reprochará en estos tiempos. El material reunido en esa sesión es, por lo demás, de una calidad asombrosa, uniendo los nombres de grandes artistas de la fotografía como Walker Evans y Ralph Steiner a los de creadores multidisciplinares como Mary Ellen Bute, Francis Bruguière y Slavko Vorkapich. Éste último será un descubrimiento para los que no conozcan su atrevido y fascinante trabajo de animación pictórica en términos de montaje cinematográfico abstracto y surreal.

 

Hasta el 29 de marzo de 2007 en el Museo Esteban Vicente de Segovia

 

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