Tras ser sometidos a una profunda y extensa intervención por David Segarra -artista licenciado en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla (US), en las especialidades de Escultura y Conservación y Restauración de Obras de Arte-, el pasado sábado 10 de marzo fueron presentados los relieves escultóricos decorativos del paso procesional de la Sagrada Oración en el Huerto, perteneciente a la sevillana Hermandad de Montesión.

Las piezas, realizadas en el taller del imaginero carmonense Francisco Buiza Fernández (1955) empleando principalmente la técnica del altorrelieve, presentaban un preocupante estado de conservación, como ya explicó Segarra en un informe diagnóstico previo a los trabajos.

En una intervención practicada en 1986, parte de la obra original de los relieves fue eliminada, concretamente las capas de preparación y pictórica, aplicándosele otras que son las que han llegado hasta nuestros días y que carecían absolutamente de valor técnico, artístico o histórico, hecho que era motivo de frustración en el seno de la Hermandad de Montesión desde hace ya varios años y un fundamento añadido de esta intervención.

Fue considerada una propuesta de intervención cuya metodología se asentaba por un lado en un criterio de conservación directa o curativa, basada en la acción directa sobre los relieves con el objetivo de estabilizar su estado y retardar posteriores deterioros, ciñéndose al tratamiento sobre las patologías advertidas del estado de conservación de las piezas y los factores de alteración producto del paso del tiempo, el comportamiento de los materiales y su deterioro, el uso y la manipulación, etcétera.

No obstante, resultaba claro que no se solventaría la problemática ocasionada en la intervención de 1986 sin que para ello se incluyeran labores regenerativas encuadradas dentro de las disciplinas de escultura e imaginería. Por tanto, esta propuesta atendería ya más al concepto de restauración recogido por la RAE ("Restaurar" del latín "restaurare" = "restituir". 1. f. Acción y efecto de restaurar).

Por tanto, esta profunda intervención ha sido proyectada en función de este caso excepcional con el fin de devolverle definitivamente a estos relieves la dignidad técnica y artística de la que fueron despojados en la desafortunada restauración de 1986. Y para ello, dicha actuación se ha acometido desde los campos de la conservación-restauración para la parte original de la obra; esto es, en lo referente al soporte estructural lignario, pero también desde la escultura e imaginería para abordar los trabajos de regeneración necesarios en la parte no original de las piezas; esto es, en lo referente a la capa de preparación y a la capa pictórica.