NUEVAS OBRAS DE DAVID SEGARRA

David Segarra Pérez (11/02/2017)


 

Galería de Fotos

 

Mater Dolorosa

Básicamente, estamos ante una recreación escultórica de la peculiar iconografía de la Virgen Dolorosa que se ajusta a los ideales del siglo XVII, pero desde el punto de vista de un imaginero profesional del XXI.

El estudio escultórico realizado sigue la modalidad del Stabat Mater que se desarrolló especialmente en los Siglos de Oro de la imaginería andaluza, recurriendo a la figura de medio cuerpo de tamaño natural, con aspecto de busto de visión frontal y apoyada sobre una peana, recordando en cierto modo los modelos utilizados en los bustos-relicario barrocos tan frecuentes en España.

En este caso, la naturalidad del rostro y la gesticulación de las manos unidas proporcionan gran expresividad emocional de carácter intimista. A ello se une el trabajo de la cabeza según un prototipo más actual, con rostro tocado por hábito monjil que oculta el esbelto cuello, mirada de ojos grandes, nariz suavemente construida, cejas sutilmente constreñidas y boca entreabierta, siempre mostrando un dramatismo bello y atemperado, propio de la escuela andaluza y más concretamente de la imaginería sevillana del siglo XX.

Se puede considerar una obra donde el sufrimiento dulcificado es el protagonista en la imagen de María, en la que se incluyen recursos naturalistas como lágrimas de cristal o pestañas de pelo natural, pero sobre todo, en la que se aplica un bello tratamiento del naturalismo sutilmente poetizado en forma de unción sagrada.

El trabajo de los paños es donde radica la mayor originalidad, pues las mangas, el manto azul y la toca blanca marfileña están construidos mediante la colocación de finísimas piezas de lienzo enyesado que atavían la figura y dejan entrever parte de la túnica roja, creando un juego de sutiles volúmenes que adquieren un marcado sentido pictórico en forma de cortes con grandes pliegues, muy efectista ante la incidencia de la luz.

Al tratamiento naturalista de la indumentaria se suman las cualidades de la minuciosa policromía. Mientras que los ropajes muestran colores planos habituales en la indumentaria de la liturgia mariana, con túnica color jacinto, manto azul y toca marfileña, la encarnadura muestra una gran variedad de matices, destacando los tonos nacarados de la piel y los efectos del llanto en los párpados y las enrojecidas mejillas. La base esculpida se convierte en soporte sobre el que se realizan labores pictóricas muy refinadas, hecho apreciable en la delineación de las cejas y pestañas inferiores con finas pinceladas para cada pelo.

Finalmente, con esta pieza se cumple un antiguo anhelo por reproducir desde una óptica personal el modelo iconográfico mariano continuador de la escuela andaluza del tipo de Dolorosa creadas especialmente por dos especialistas en imágenes devocionales talladas en madera, como son Pedro de Mena y José de Mora.

 

Egudiel. El Ángel de Montesión

Se trata de una copia escultórica de Egudiel, el Ángel Confortador de la hermandad sevillana de Montesión. Dicha pieza es una copia mimética realizada a pequeño formato (28 cm) que presenta a Egudiel apareciendo desde el cielo, con la rodilla derecha apoyada sobre la nube y ofreciendo a Cristo los atributos de la Pasión, símbolos del martirio que deberá padecer.

Técnicamente, está realizada por el procedimiento de la talla en madera de cedro, posteriormente estucada, dorada en oro fino, estofada al temple de huevo y policromada al óleo. Finalmente, la pieza está montada sobre peana dorada y rematada por el cáliz y la cruz, realizados ambos en plata de ley.

El Ángel Confortador es un personaje que sólo aparece en el Evangelio de San Lucas (Lc 22, 39-44). Tanto Mateo como Marcos relatan la oración en Getsemaní de Jesús, que llamó la atención a sus discípulos por dormir y no rezar. Por su parte, Juan sólo dice que el Maestro fue allí acompañado de apóstoles porque era el lugar donde habitualmente hacía sus oraciones.

Por último, comentar que esta pieza ha sido encargada desde el seno de las ocho hermandades del Domingo de Ramos de Sevilla, con motivo del homenaje celebrado el pasado 3 de febrero al anterior Delegado del Día y Hermano de Montesión, Francisco Vélez de Luna, en agradecimiento por su buena labor durante sus funciones en dicho cargo del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla, durante los últimos ocho años.

 

Nota de La Hornacina: acceso a la galería fotográfica de las obras a través del icono que encabeza la noticia.

 

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