El escultor e imaginero sevillano nos hace llegar los dos primeros ángeles de un conjunto de seis que irá ubicado en el paso procesional de la Virgen del Prado, unas magníficas andas en metal plateado y repujado a mano que han sido labradas en los talleres de Orfebrería Andaluza (Sevilla) según diseño de Manuel de los Ríos.

La Virgen del Prado es titular de la hermandad filial de la patrona de Higuera de la Sierra (Huelva) en la capital hispalense, cuya sede se encuentra en la iglesia colegial del Divino Salvador. Los ángeles de Sánchez del Pino simbolizan las dos cofradías de penitencia que residen en dicho templo: la Archicofradía de Pasión, portando el angelito un libro con el escudo de la Merced, advocación de su dolorosa titular; y la Archicofradía del Amor, sujetando el ángel una palma con una cinta que lleva inscrito el nombre de Socorro, en alusión al misterio de la Entrada en Jerusalén (La Borriquita) y de la dolorosa titular, respectivamente.

La pareja de ángeles se halla realizada en madera de cedro, con policromía al óleo del tipo pulimento en las alas y paños dorados en oro fino y estofados. Ambos aparecen sedentes sobre nubes talladas, revestidas de plata fina y policromadas, sujetando atributos cincelados también en metal plateado por Orfebrería Andaluza.

La Virgen del Prado fue tallada por Sebastián Santos Rojas en 1950, cuando la patrona de Higuera de la Sierra, su localidad natal, se hallaba en su taller para ser restaurada. Reproduce fielmente, por tanto, la talla original, una obra anónima sevillana del siglo XVI. En 1984 la copia sufrió graves daños a raíz del vandalismo causado tras su sustracción, debiendo ser profundamente intervenida por Jesús Santos Calero, hijo de Santos Rojas.