María Santísima de la Amargura fue la primera creación sacra importante del escultor e imaginero manchego, afincado en tierras gaditanas. Sánchez Aranda la realizó hace ocho años, siendo presentada en La Hornacina el 14 de abril de 2014. Se trataba, además, de la primera Virgen dolorosa del autor.

Tras figurar en varias exposiciones, una familia de Bolaños de Calatrava (Ciudad Real), localidad natal de Eduardo Sánchez Aranda, se interesó por la dolorosa y la adquirió para recibir culto privado en una pequeña capilla de su domicilio. La noche del pasado 14 de abril, Jueves Santo, dicha capilla doméstica ardió, quedando la imagen totalmente calcinada sin poder recuperar nada de ella.

La dolorosa perdida fue labrada en terracota (busto y manos) y madera (torso, candelero y brazos articulados). Tras el incendio dicha familia encargó a Sánchez Aranda la ejecución de una réplica lo más parecida posible a la destruida, aunque en este caso debía estar realizada completamente en madera de cedro.

La nueva imagen fue presentada y bendecida el 25 de septiembre de 2022 en su nueva capilla. Como hemos apuntado, ha sido tallada en madera de cedro real, con las mismas dimensiones (mide 170 cm de altura), postizos (siete lagrimas de cristal y pestañas de pelo natural en los párpados superiores) y el tipo de policromía al óleo que la anterior. Sánchez Aranda ha sido también el encargado de vestirla.