Se trata de una escultura de san Sebastián de 165 cm de tamaño, realizada en madera de cedro policromado, con el brazo izquierdo en alto, cuerpo atlético y mirada al cielo implorando la palma del martirio. Posee un sudario estofado siguiendo los modelos renacentistas decorados con bandas y ornamentación vegetal.

Ha sido realizado por el artista rondeño, afincado en Sevilla, para una colección particular. En este caso, el cliente prefirió prescindir de dos de los atributos clásicos con los que se representa al santo, la coraza y el manto, y optaron por mostrarlo solamente atado a un árbol sin ramas y con el cuerpo asaeteado por tres flechas.