El órgano de la catedral de Santo Domingo de la Calzada volvió a sonar ayer tras las obras llevadas a cabo para su restauración. Una rrestauración la del órgano que se venera en la epístola de la catedral de El Salvador, instrumento de singular importancia declarado Bien de Interés Cultural (BIC), que se ha llevado a cabo gracias a la colaboración del Gobierno de La Rioja con la Parroquia de la Santísima Trinidad.

El órgano es del siglo XVII, de estilo barroco, y fue construido por el retablista Diego de Ichaso y los maestros organistas Lorenzo Baquedano y Fray José de Echevarría. Además, el organero Juan de Tabar compuso el instrumento y fue reconstruido en el XVIII por Lucas de Tarazona.

Su restauración ha sido a la manera tradicional, aplicando las mismas técnicas que en su construcción y utilizando materiales de la misma especie y calidad que los originales, con el objetivo de recuperar un mueble de calidad, de los más antiguos conservados en La Rioja, y recuperar la sonoridad perdida.

La intervención contemplaba el desmontaje del órgano, la restauración de la caja y de su estructura, la restauración de los secretos y accesorios, la construcción de un nuevo teclado en el estilo original de la escuela de Lerín, y la restauración de notas, registros y reconstrucción de la tubería.

La catedral de El Salvador de Santo Domingo de la Calzada está declarada Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Monumento desde el 3 de junio de 1931. Se integra en el trazado histórico del Camino de Santiago, declarado igualmente Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Conjunto Histórico-Artístico el 5 de septiembre de 1962 y Patrimonio de la Humanidad el 5 de septiembre de 1962.