REVISTAS Y GUERRA 1936-1939

12/02/2007


 

Durante la Guerra Civil española, la propaganda a través de la imprenta fue determinante en la formación de una cultura específica, una cultura de “tiempos de guerra”. Si los carteles de la Guerra Civil, muy conocidos, han sido considerados “disparos desde el muro”, se debe empezar a pensar también en las revistas, mucho menos famosas y prácticamente no estudiadas, como auténticos laboratorios de desarrollo de la propaganda. La heterogeneidad y cantidad de revistas que, tanto en el lado republicano como en el bando “nacional”, se publicaron durante este tiempo, junto a su alto nivel general de calidad, permite y exige un conocimiento más amplio de las posibilidades que los artistas tuvieron de influir y trabajar durante los años 1936-1939. Desde la publicación de dibujos, fotografías o montajes propios, hasta la apropiación de imágenes, procedentes especialmente de la industria de propaganda política de la Unión Soviética, los artistas usaron esas revistas no sólo en un sentido lato, como medios de propaganda, sino también como lugar de experimentación y comprobación de sus propias propuestas y experiencias.

En estas publicaciones se dieron cita escritores, artistas plásticos, fotógrafos y tipógrafos, comprometidos en una actividad creadora esencialmente experimental, cuyas fuentes y estilos resultan increíblemente variados. Muchos de los autores de los famosos carteles antes citados colaboraron en estas revistas con dibujos, fotografías, fotomontajes o diseños tipográficos, incluyendo a los más conocidos, como por ejemplo Josep Renau, José Bardesano, Manuel Monleón, Carlos Sáenz de Tejada, Jalón Ángel y otros. Pero al mismo tiempo, se dan colaboraciones tanto de artistas que tan sólo intervinieron en los medios impresos durante el tiempo que duró la Guerra Civil, como de otros, hoy olvidados o desconocidos, cuyo trabajo tipográfico o de propaganda se reduce prácticamente sólo a esos años y a ese medio especial que fueron las revistas de guerra.

El estudio de la contribución que unos y otros hicieron al desarrollo de las técnicas de propaganda durante los años de la guerra, permite analizar las relaciones entre arte y propaganda bajo nuevas luces. La presencia de las ideas artísticas o de la visión polémica de los artistas, subyace en el complejo entramado de relaciones que generan las propias publicaciones: sus editores (cuerpos del ejército, instituciones, partidos políticos, sindicatos, particulares, etc.), el lugar de publicación, el momento, etc.

Las imágenes circulan y se repiten de modo, a veces, impredecible, mezclando visiones de los momentos más trágicos de la guerra con otras de moda, espectáculos, ocio o humor. Sorprende esa yuxtaposición entre los aspectos más terribles de la guerra y los más banales de la vida cotidiana. Y sorprende también la calidad material de algunas revistas. La riqueza y variedad que ofrecen contrasta con la escasez de materiales y recursos entre los que discurría la vida diaria.

En cierto modo, el estudio de estas revistas desafía cualquier interpretación monolítica de la situación cultural y social del tiempo de la guerra. Fueron el medio más importante de propaganda durante aquellos años, y, sin embargo, nunca hasta ahora se les ha dedicado una exposición o un estudio de conjunto.

La exposición analiza las revistas de la Guerra Civil española en relación con áreas temáticas amplias, organizaciones editoriales y artistas concretos implicados en la producción. Dado que la muestra estudia la publicación de revistas por parte de las muchas facciones del conflicto -bando leal e insurgente, republicanos y nacionales, anarquistas y comunistas, entre otras- existe también una clasificación por su localización geográfica, si bien aproximada.

El gobierno republicano mantuvo el control de Madrid, Barcelona y Valencia durante la mayor parte del transcurso de la guerra. La insurgencia militar liderada por el General Francisco Franco se hizo con Sevilla, Burgos, Málaga, Palma de Mallorca, La Coruña, Pamplona, Salamanca y San Sebastián. En estas y otras muchas poblaciones se editaban revistas. Su calidad y duración dependieron de la infraestructura existente en estos lugares. Con diferencia, los principales centros de publicación de revistas durante la contienda fueron Madrid, Barcelona, Valencia y San Sebastián. En estas ciudades, los materiales, las fábricas y los talleres de impresión se valieron con frecuencia de los suministros y la experiencia previos a la guerra, y crearon líneas de continuidad excepcionales en el diseño de las propias revistas.

La exposición y el catálogo editado, proporcionan una nueva mirada a las interrelaciones entre arte, propaganda, política y guerra a través de la complejidad visual de las revistas realizadas durante la contienda.

Hasta el 30 de abril en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid

 

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