RESTAURACIÓN DE JUAN CARLOS VÁZQUEZ PICHARDO

04/12/2013


 

 
 

 

La restauración ha sido efectuada sobre una Dolorosa de pequeño formato (45 cm), fechable en la segunda mitad del siglo XVIII y relacionada con el estilo del artista sevillano Cristóbal Ramos y los miembros de su taller. La cabeza y manos son de terracota, ensambladas en un candelero de madera y telas encoladas.

 

 
 

 

Las dos manos carecían del dedo corazón. En la izquierda faltaban, además, los dedos meñique y anular. Todos ellos fueron reconstruidos siguiendo la composición y el estilo de los conservados.

En la cabeza y el busto tenía lagunas de estuco y policromía, concentradas sobre todo en el cabello, la frente, la nariz y el escote. En la mascarilla solo conservaba una de las cuatro lágrimas de cristal.

Las telas encoladas del candelero de la Dolorosa eran el elemento que peor estado presentaba, con un desgarro en la parte trasera de la base, craquelado del estuco, y pérdida del mismo en varias partes.

 

 
 
 
 
 
 

 

La restauración ha consistido en la consolidación del estucado y las telas encoladas del candelero, así como en la reposición del estucado en las lagunas de las telas encoladas, al igual que en la cabeza, busto y manos.

Además de la mencionada reconstrucción de los cuatro dedos desaparecidos de la Dolorosa, se han unido éstos a las dos manos y estucado en las uniones.

A continuación el autor ha procedido a alisar completamente el estuco aplicado en todas las lagunas, hasta dejarlo al mismo nivel volumétrico del estuco original.

 

 

Por último, se ha procedido a la reintegración cromática de todas las lagunas con acuarela para acabar con la aplicación de un barniz acrílico como capa protectora final. De otra parte, se han fabricado las tres lágrimas de cristal desaparecidas y para su posterior reposición en el rostro de la Dolorosa.

 

 

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