Dolorosa de busto modelada por el escultor e imaginero portuense en terracota policromada para la colección privada de Julio Zamora Bermúdez (Málaga). La obra, que cuenta con una altura aproximada de 65 cm, se caracteriza por su austeridad y por un dolor carente de desgarros dramáticos por petición expresa del cliente. Para lograr tales objetivos, su autor ha tomado como punto de partida los tipos granadinos, especialmente los de Pedro de Mena y José de Mora.

La representación de María alcanza hasta la altura del talle. La lectura cruda y dramática se atenúa ligeramente con el cromatismo de sus ropajes, al no querer ceñirse su propietario a los típicos colores inmaculistas, azules, blancos y rojos, añadiendo Ángel Pantoja tonalidades rosadas en la túnica y celestes en las vueltas del manto.

Tampoco son pálidas sus carnaciones, sino trigueñas. Por su parte, castaños son los cabellos que enmarcan una cabeza de óvalo estilizado, con grandes ojos casi cerrados por el llanto, nariz alargada y labios callados, caracteres estos últimos propios de la sensibilidad granadina. Las manos se unen fuertemente por las palmas, en actitud orante, y se elevan a la altura del pecho. Recibe como postizos dos lágrimas de cristal y pestañas de pelo natural en los párpados superiores.