EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA CATEDRAL DE MALLORCA

Juanjo Lozano (07/04/2020)


 

 

En el marco de los estudios preliminares efectuados en la capilla del órgano mayor de la Catedral de Mallorca, para conocer mejor su estado de conservación, se han realizado una serie de excavaciones de catas dirigidas por la arqueóloga Francisca Torres, que cuentan con la aprobación y seguimiento del Servicio de Patrimonio del Consell Insular de Mallorca, con el fin de conocer la capacidad de resistencia de los materiales y sistemas constructivos del propio inmueble, y asegurar, de ésta manera, su estabilidad.

La capilla del órgano de la Catedral de Mallorca se encuentra abierta a la nave lateral norte, lado del Evangelio, y anexa por sus costados, a las capillas del Descendimiento de Cristo y a la antesacristía de "Vermells", y por su parte posterior, con la sala capitular gótica. Esta capilla, a diferencia de todas las demás, se encuentra dividida horizontalmente, en dos plantas, denominándose capilla de la Piedad a la parte ubicada en la planta suelo y capilla del órgano, a la planta superior. La subdivisión del espacio longitudinal, que divide la parte baja de la alta, se realizó mediante una bóveda que sigue el mismo esquema constructivo de bóveda sexpartita que encontramos en todas las capillas laterales de la Catedral, pero ésta presenta una sección más rebajada, dando lugar a arcos torales de medio punto y un arco formero rebajado.

Las nueve catas que se han practicado en el pavimento de la capilla superior, o lo que es lo mismo, sobre el extradós de la bóveda de la capilla de la Piedad, han permitido conocer de primera mano el sistema de construcción del forjado de esta parte de la Catedral, que se remonta al año 1478.

 

 

Las secciones estratigráficas realizadas durante la excavación han permitido constatar que todo lo observado en las catas corresponde al momento en que se levantó la capilla, puesto que no se ha advertido ningún indicador que nos haga pensar en anteriores remociones o añadidos de material.

De los elementos hallados son quizás las cerámicas (jarras y tinajas) las piezas más representativas, por ser una muestra más de un sistema constructivo muy arraigado y con paralelos dentro de la propia catedral. Estas cerámicas les servían a maestros picapedreros para solucionar el paso de las secciones irregulares de las bóvedas, a las secciones planas necesarias para dar lugar a suelos, terrazas planas, etcétera.

En el caso de la bóveda de la capilla de la Piedad, sobre la que se dispone el órgano mayor, se han localizado un importante número de tinajas, algunas incluso con marcas de almagre, seguramente relacionadas con su proceso de producción o taller de origen. La mayor parte de cerámicas se localizan en los riñones de la bóveda, cumpliendo con su función de rellenar el hueco entre plementerías sin cargar de peso a la bóveda. Junto a las cerámicas, se han hallado también, como material de relleno, fragmentos de piedra marés de diferentes tamaños, algunos reutilizados, como es el caso de un fragmento procedente de la tracería de un vitral.

Estos hallazgos significan una importante aportación objetiva a la investigación científica sobre la evolución constructiva de la Catedral de Mallorca, suponiendo una constatación más de cómo se aplicaban los métodos y conocimientos tradicionales en la edificación de las catedrales.

 

 

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