ALONSO BERRUGUETE EN PAREDES DE NAVA

02/07/2017


 

 

Aunque se supuso que los Berruguete llegaron a Paredes de Nava (Palencia) de la mano de los Manrique, señores de la villa, consta sin embargo el apellido Berruguete en Paredes de Nava mucho antes de la llegada de los Manrique, formando parte del pequeño patriciado urbano de la villa, y ya en 1403 un García González Berruguete ocupó cargos en el concejo de Paredes.

Se ha querido vincular a un "Alfonso, pintor", activo a mediados del siglo XV en Paredes de Nava, con la familia, haciéndole incluso padre de Pedro Berruguete. El hecho es que Pedro González Berruguete, conocido como Pedro Berruguete (†1503), su hijo Alonso (†1561) y el sobrino de éste y nieto de Pedro, Inocencio Berruguete (†hacia 1575), sobresalieron en el panorama artístico de la Corona de Castilla. La familia siempre estuvo vinculada con Paredes de Nava, donde Pedro y seguramente Inocencio tuvieron taller abierto y para cuyas iglesias, especialmente Santa Eulalia, realizaron algunas de sus principales obras.

Alonso González Berruguete (hacia 1489-1561) fue el hijo mayor del famoso pintor Pedro Berruguete (†1503). Sin embargo, por encima del hecho gremial de llevar a la continuidad el oficio paterno, Alonso alcanzó al entrar en contacto con la realidad italiana, una dimensión genial. Cuando en los años 20 del pasado siglo XX el experto José Moreno Villa decía que Alonso Berruguete no era hijo de Pedro, sino del Laocoonte, estaba poniendo de manifiesto la influencia que la escultura clásica y el aprendizaje de todas las novedades que acontecían en Italia, habían terminado por modelar al artista y a su obra.

El fallecimiento temprano de su padre provocó que el primogénito emprendiera su carrera formativa con aspiraciones de un aprendizaje de mayor trascendencia, para abandonar incluso su patria. En las declaraciones del expediente para ingresar en la orden de Santiago de uno de sus descendientes, el cura de Paredes de Nava, Jerónimo Aguilar, de 84 años, decía en 1603, que Alonso se fue mozo de aquí a Roma y a otras partes, señalando un acontecimiento crucial, que tuvo una decisiva influencia tanto en su trabajo como en su fama posterior.

El viaje, el contacto con los grandes genios que renovaban la creación artística europea, el estudio de las antigüedades y la particular manera de entender las formas, dio como resultado un regreso fructífero en 1518. Alonso Berruguete, primero vinculado a la corte de Carlos I, que había llegado a España el año anterior, y después como artista con taller independiente, se asentaba en Valladolid, donde construía su casa palaciega desde la que atendería a una selecta clientela, gravitando entre aquella ciudad y Toledo.

El uso del dibujo, como base de toda la creación, le permitió disponer de un importante grupo de oficiales que le ayudaron a plasmar su obra y a realizar conjuntos de tan extraordinarias dimensiones como el retablo mayor del monasterio vallisoletano de San Benito el Real o la sillería coral de la catedral de Toledo. Un lenguaje nuevo, un código diferente en las proporciones y en el vocabulario ornamental hizo de su producción una referencia obligada en la creación plástica del siglo XVI.

Berruguete, además, cumplió un importante papel en la consideración del artista en la sociedad moderna. Su afán por dignificar la profesión le llevó a disponer de una considerable fortuna y a incorporarse al estatus de la pequeña nobleza española, adquiriendo la villa de Ventosa de la Cuesta, de la que serían señores sus sucesores, después del infructuoso intento de ser señor de Villatoquite.

Una figura singular en fin, que tuvo en Paredes de Nava su patria y que es obligado recordar por tratarse de una de las personalidades más insignes del panorama artístico español de todos los tiempos.

 

 

El Museo Nacional de Escultura (MNE), la Diputación palentina y el Obispado de Palencia inauguraron el 26 de junio la muestra Alonso Berruguete en Paredes de Nava. A propósito de una exposición en la iglesia de Santa Eulalia de la localidad, que sirve de prólogo a la que en julio se abre en Valladolid (ver enlace).

La muestra, que se prolongará hasta el 21 de septiembre recoge una serie de piezas originales, fotografías, y paneles informativos que, junto al impresionante retablo de la parroquia-museo de Santa Eulalia (donde se ubican los retratos de los Reyes de Pedro Berruguete), reflejan la importancia de la familia Berruguete en el arte y la historia del Renacimiento, dentro y fuera de nuestras fronteras nacionales. Sirve así de anticipo a la que ofrecerá el propio MNE sobre Alonso Berruguete y la Antigüedad Pagana y que contará con piezas palentinas y el patrocinio de la Diputación de Palencia, y que pretende ser una de las citas culturales del año en este país.

La colaboración del MNE y la Diputación palentina hacen posible esta exposición a la que se han unido la Diócesis palentina y la parroquia de Santa Eulalia, el Ayuntamiento de Paredes de Nava y la empresa Prosol, en una apuesta público-privada de apoyo a la cultura. Los comisarios de ambas muestras, Manuel Arias, subdirector del Museo Nacional de Escultura y especialista en Alonso Berruguete y Rafael Martínez, jefe del servicio de Cultura, en la parte palentina, han trabajado juntos para ofrecer al público un recorrido por la figura Alonso Berruguete, uno de los principales escultores de la historia de España, en el contexto de una familia de artistas, del gran Pedro Berruguete, su padre, de Inocencio Berruguete, su sobrino, o del cuñado de este último, Esteban Jordán. De manera didáctica también invita a descubrir quién es quién en la familia Berruguete, para ubicarnos en la cuna de sus orígenes e ir avanzando en el valor de su legado en esta tierra.

Alonso Berruguete en Paredes de Nava. A propósito de una exposición se puede visitar de martes a domingo, de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas. Las visitas guiadas son de martes a viernes, de 17:00 a 20:00 horas, y los sábados y domingos de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas. Se ha elaborado también un catálogo sobre la exposición paredeña de Alonso Berruguete, con un apéndice que recogerá, en fotografías, la obra del artista repartida por toda España. El mismo se podrá adquirir al precio de 10 euros, en la propia exposición y por los cauces habituales de venta de publicaciones de la institución provincial.

Entre las piezas, cuatro de ellas proceden del MNE: una escultura de san Jorge del museo del retablo de San Benito de Valladolid, una de sus obras más destacadas que se encuentra en el MNE; dos pilastras del mismo retablo, y un relieve de Fray Rodrigo de Holanda, autor coetáneo de Alonso Berruguete. Dos esculturas proceden del Museo Diocesano, y sus autores son seguidores del escultor paredeño. De entre el resto de obras destacan algunas de sus discípulos, caso de una de Juan de Villoldo, procedente de la parroquia de Alba de Cerrato, u otra de Manuel Álvarez, de la parroquia de Castromocho. Además del espectacular retablo mayor de la iglesia parroquial de Santa Eulalia en Paredes de Nava, que alberga en la predela los famosos retratos de los reyes de Pedro Berruguete junto a diversas tablas de la vida de la Virgen María.

En la exposición de Paredes de Nava, se añade una parte más didáctica que pretende aportar el quién es quién en la familia Berruguete: Pedro Berruguete, o Berruguete el Viejo, el padre, maestro de la pintura y primer pintor del Renacimiento. Alonso Berruguete, el protagonista, maestro escultor, con obra atribuida en la provincia y con una presencia especial en el MNE, donde se halla la mayor concentración de sus creaciones. Inocencio Berruguete, nieto de Pedro y sobrino de Alonso, quien hizo gala de sus dotes escultóricas, y Esteban Jordán, también escultor, cuñado de Inocencio, y por tanto también familiar de los Berruguete.

 

Dirección: Iglesia Museo Parroquial de Santa Eulalia de Paredes de Nava, Plaza de España s/n.

 

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