RESTAURADO UN RETABLO BARROCO-ROCALLA EN PALENCIA

01/10/2019


 

 

Se trata del retablo mayor de la Ermita de la Virgen de Samoño, una interesante obra de tipo cascarón adaptada a las formas curvas del muro y de la bóveda del templo. Está compuesto de una calle central recta, flanqueada por otras dos de menor tamaño, separadas por dos columnas de fuste helicoidal.

En el centro del primer cuerpo el retablo posee una hornacina abierta hacia los lados para cobijar la talla de la Virgen de Samoño, titular mariana de la ermita -una copia del original románico realizada en el siglo XX-, sobre la cual se halla otra hornacina más pequeña o nicho trilobulado para albergar un Cristo crucificado del siglo XVI, cuyos actuales brazos fueron añadidos en el siglo XVIII.

El retablo fue realizado en los siglos XVII-XVIII, en dos tiempos: el central, más barroco del seiscientos en primer lugar, y posteriormente el resto en un estilo diseñado a base de rocallas dieciochescas; todo ello creando un bello conjunto con un camerino en la parte trasera y dos puertas para facilitar el acceso a los peregrinos en su origen y hoy convertido en sacristía, y una ventana a manera de transparente en el muro. Toda su decoración es un cántico a la Virgen María como reina y madre.

El retablo se encontraba con mucha carcoma, suciedad, falta de estabilidad y sobre todo la pérdida de dos columnas salomónicas que hacía muy inestable el conjunto, con riesgo de desprendimiento.

La restauración ha sido realizada durante los meses del pasado verano por Carlos Vela y Virginia Chacón, especialistas titulados, gracias a la Unidad Pastoral, la Asociación de la Virgen de Samoño y la Diócesis de Palencia. El importe total de los trabajos ha sido de 12.800 euros.

La ermita de la Virgen de Samoño se encuentra ubicada entre los términos municipales de Pomar de Valdivia y Revilla de Pomar, siendo la patrona de la comarca palentina de La Valdivia, con muchos devotos en la zona. El edificio consta de una sola nave, con coro alto a los pies y cabecera cuadrada, cubierta con bóveda de crucería, fechada en el siglo XVI, y todo el conjunto restaurado hace ya unos años y costeado por todos los feligreses.

 

 

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