Se trata de una hechura cristífera inspirada en el famoso icono madrileño del Cautivo de Medinaceli pero con la advocación de Nuestro Padre Jesús de la Redención. Ha sido realizada por el artista murciano en madera de cedro real, con policromía al oleo. Mide 170 cm de estatura y luce peluca de cabello natural.

Tocado con corona de espinas dorada, el Cristo va vestido con larga túnica morada, adornada con ricos brocados plateados (al modo de la región) y atada a la cintura con una soga dorada que parte del cuello y sujeta fuertemente las manos, tan pálidas como el anguloso rostro en el que vemos moderados hilos de sangre.

Su destino es un oratorio privado de Las Torres de Cotillas (Murcia). Fue bendecido el pasado 26 de febrero en el Convento de las Antonias del municipio murciano de Algezares, templo donde permanecerá expuesto desde hoy, primer viernes de marzo (para el tradicional besapiés), hasta el fin de la próxima Semana Santa.