UN INCENDIO DESTRUYE LA SEDE DEL OBISPADO DE TENERIFE

24/1/2006


 

Un cortocircuito parece ser la causa del incendio que, en sólo cinco horas, ha destruido la sede del Obispado de la Diócesis Nivariense, en La Laguna (Tenerife). El Palacio Episcopal, de incalculable valor histórico y artístico, había sido declarado Patrimonio de la Humanidad en 1999.

La virulencia del fuego hizo que se extendiera a los edificios colindantes, entre los que se encuentra la sede de la Univerdidad Nacional de Educación a Distancia. Afortunadamente, el reciente traslado a un recinto acorazado del Archivo Diocesano, el más importante de carácter sacro en el Archipiélago, ha evitado que fuera pasto de las llamas.

El inmueble fue en sus orígenes palacio residencia de los condes del Valle de Salazar, que acometieron su construcción en 1664. La fachada es obra de Juan González de Castro Illada, ejecutada en 1681 por los maestros canteros Juan Lizcano y Andrés Rodríguez Bello. Su sobria y equilibrada traza, de tendencia barroca, hace de esta fachada, en opinión de muchos, la mejor de la arquitectura civil de Canarias.

Tras un período en el que fue utilizado como casino, el inmueble pasó a ocupar su actual función en el siglo XIX. El interior, distribuido en torno a un patio con columnas que soportan las galerías, guardaba importantes muestras de arte, con obras de los pintores Francisco Bonnin, José Aguiar, Mariano de Cossio, Manuel López Ruiz y Martín González, así como obras escultóricas, entre las que sobresalían los bustos de los obispos Rey Redondo y Fray Albino, de Mariano Benlliure.

 

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