DE NÁPOLES A SEVILLA

Con información de Juan Dobado (02/12/2025)


 

 
 

 

Con mucha ilusión damos a conocer una parte muy importante de las colecciones de figuras de Belén que atesora en sus fondos el Museo del Santo Ángel de Sevilla (MUSAN), después de dos años de preparación y restauración de este conjunto que difundimos del 5 de diciembre de 2025 al 6 de enero de 2026 a través de esta exposición que, bajo el título De Nápoles a Sevilla. Esculturas de Ivano Costabile en el Museo del Santo Ángel, junto a las piezas de animales magníficamente ejecutadas por el belenista napolitano Ivano Costabile, abarca toda esta amplia muestra dedicada a los Nacimientos históricos. Aquí incluimos también el gran Belén Napolitano donado a la comunidad en el año 2015 por parte de una particular hispalense.

Era un deseo que llevábamos planeando desde hace tiempo, y aún no está concluido, aunque sí se ha adelantado mucho. El Convento del Santo Ángel custodiaba una interesante colección de piezas de belenismo, algunas de ellas guardadas por el Hermano Humberto, otras ejecutadas por el mismo, como un original misterio que presentamos. A esto se fueron sumando nuevas donaciones y obras llegadas de otras casas pertenecientes a la Orden del Carmelo que se fueron cerrando hasta formar este conjunto de varios centenares de obras, la mayoría labradas en terracota, algunas talladas en madera. Para esta exposición se han sumado algunas obras provenientes de colecciones particulares, como un maravilloso "Nacimiento de marfil" de la Escuela de Trápani (siglo XVIII).

Se conservan varios misterios de los siglos XVIII y XIX, donde a veces lo popular se mezcla con las influencias americanas. Un conjunto muy llamativo es el denominado "Belén de barro", formado por el misterio, el conjunto de los Reyes Magos, la Matanza de los inocentes, la Búsqueda de posada, la Visitación y la Huida a Egipto, así como algunos pastores. Algunas de estas obras lleva la firma José Ysla, autor del que no sabemos nada; en otra puede leerse una fecha, el año 1846. Muy famosos son los dos camellos tan característicos por su carácter primario. Se conserva otro bellísimo conjunto de los Reyes, con dos tamborileros y dos niños sobre dromedarios, que parecen del siglo XVIII.

 

 
 

 

Otras piezas son las denominadas "mallorquinas" por sus atuendos, y otro conjunto de pastores del siglo XVIII con sombreros de doble pico, que encontramos en otras colecciones de la Orden como las Descalzas de Antequera, Sanlúcar la Mayor y Sevilla. Hay varios conjuntos muy personales como Buscando posada, Jesús entres los doctores, la Presentación en el templo o la Adoración de los Magos, obras del siglo XVIII de escuela sevillana. En la misma centuria se puede incluir el originalísimo conjunto de los ángeles músicos, formado por ocho figuras angélicas tocando instrumentos como el arpa o el violonchelo, de gran calidad en sus cabezas.

También hay un grupo de figuras de tipo goyesco, muy usuales en la escuela malagueña del siglo XIX. En madera encontramos un conjunto de piezas en madera con oficios artesanales y algunos pastores llevando ofrendas que encuadramos en la zona germana de Baviera en el siglo XVIII, mientras que un pastor con su hijo pertenece a la escuela colonial de la misma época.

Muy del gusto conventual son las urnas que albergan hermosos misterios, como uno que recuerda modelos de los seguidores del escultor e imaginero sevillano Cristóbal Ramos, con flores de talco y muchas figuritas de pequeño tamaño ubicadas en el suelo, todo un entrañable conjunto del siglo XVIII.

No podía faltar el Belén monumental de los talleres de Olot, formado con piezas de principios del siglo XX de gran calidad artística, que sigue creciendo gracias a las donaciones que llegan a la comunidad.

Seguiremos restaurando las figuras que quedan y dándolas a conocer para que los especialistas puedan catalogarlas ya que es uno de los conjuntos más significativos de piezas de los siglos XVIII y XIX que se conservan en colecciones conventuales. Nuestro agradecimiento a los restauradores Carles Salafranca y Jairo del Toro.

 

 
 

 

Ivano Costabile nace en una familia de artesanos, aprende su oficio por su amor a la tradición pesebrista y su innato talento para transformar humildes materiales como la arcilla y la madera en verdaderas piezas artísticas que unen la tradición de los grandes maestros napolitanos con el presente del belén napolitano actual.

Con gran maestría y oficio Costabile recrea las imágenes antiguas y provoca a quienes contemplan sus obras la misma admiración, el mismo estupor que nos embarga al contemplar las obras de Giuseppe Sanmartino y Lorenzo Mosca, cuando admiramos boquiabiertos las maravillosas escenas de la Certosa di San Martino o los belenes de los palacios reales. Sus obras retoman el estilo del 700 evocando el arte antiguo y la magnificencia de la Nápoles borbónica, manteniendo una unidad estilística en cada uno de sus trabajos.

El uso de esos humildes materiales y su capacidad para transformarlos en verdaderas obras de arte, nos transporta a momentos de la historia y cultura napolitana que, gracias a artesanos como Ivano y tantos otros, están revalorizando y prestigiando un arte que corría el peligro de desaparecer bajo la influencia de personas sin escrúpulos, sin maestría y sin respeto al verdadero y maravilloso mundo del arte que asombró al mundo desde la Corte de Carlos III.

 

 
 

 

Desde el pesebre de San Francisco en Greccio, con su simpleza representativa, desde los pesebres monumentales de mármol se llega al pesebre por excelencia, el pesebre del 700, donde no sólo se represente el nacimiento de Cristo sino también la vida de su tiempo, mostrando el ambiente que se desarrollaba en las calles napolitanas.

Esa tradición la sigue manteniendo Ivano Costabile; no olvidemos que el belén (presepe) napolitano es un pesebre en el que cada figura tiene una simbología muy precisa, como el caballo, el animal más noble, que transportaba a los tres Reyes Magos; los dromedarios, con su fascinación oriental, símbolo de resistencia y perseverancia; leones y leopardos, animales que representan la fuerza y el poder; los pavos reales, representando el símbolo de la resurrección y sus colores como si fuese un cielo cubierto de estrellas... todo ello hoy tenemos la suerte de disfrutarlo en el magnífico convento sevillano del Santo Ángel, sede del MUSAN, que ha cedido sus salas para mostrar la belleza de estas obras que nos acercan a la maravilla de Dios y de la Creación.

De Nápoles a Sevilla. Esculturas de Ivano Costabile en el Museo del Santo Ángel se inaugura el próximo sábado 6 de diciembre a las 11:00 horas. Por la tarde, a las 17:00 horas, tendrá lugar una conferencia de Ivano Costabile en el salón del MUSAN. Agradecemos a la Asociación de Belenistas de Sevilla la difusión de esta exposición que será un deleite para todos los amantes del arte del belenismo que se acerquen a las salas del MUSAN.

 

 
 

 

Volver          Principal

www.lahornacina.com