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Otras Miradas es un proyecto de la organización Cienojos en colaboración con el Instituto Cervantes de Tánger que pretende plantear preguntas en torno a la construcción de la identidad de "el otro" a través de nuestra mirada y reivindica la aceptación de la responsabilidad que implica la creación de imaginarios compartidos, paraísos visuales a los que otras personas viajarán a través de nuestras imágenes. Un acercamiento a la fotografía de "el otro" que tiene como objetivo llegar a comprender la realidad que tenemos delante más que intentar explicársela a nadie. Cómo y por qué fotografiar lugares exóticos supone, cada día más, una cuestión importante a la que se enfrentan muchos fotógrafos. El descubrimiento y la adecuación de "el otro" a nuestro universo visual preconcebido es una primera fase de un proceso más complejo y con un recorrido mayor que nos gustaría explorar, enfrentándonos a las dudas sin resolver que se interpongan en el camino: ¿por dónde empiezo?, ¿qué fotografías hago?, ¿cómo lo quiero contar?... Este viaje está reservado a todos aquellos que han sentido la necesidad de contar el mundo con sus fotografías y buscan hacerlo de una forma personal; a los que se afanan en encontrar una posible explicación del mundo a través del hecho de tomar fotografías; a los que creen que vale la pena hacer una reflexión sobre lo que pueden contar sus fotografías de lugares exóticos y a todos los que, en definitiva, se han cansado ya de sus tópicas fotos de viajes y quieren dar un paso más allá.

Tánger, la mítica ciudad del Estrecho, estratégicamente situada entre el Atlántico y el Mediterráneo, fue durante mucho tiempo la puerta de entrada de los europeos al reino de Marruecos. A principios del siglo XX fue declarada "Ciudad Internacional", estatus que mantuvo hasta mediados de los 50, lo que dio lugar al desarrollo de una pujante actividad económica y al florecimiento de una sociedad multicultural y cosmopolita que atrajo a comerciantes, refugiados e intelectuales de todo el mundo. Escritores como Paul Bowles, Truman Capote, Jack Kerouak o Juan Goytisolo, músicos como los Rolling Stones o Jimi Hendrix, y pintores de la talla de Henri Matisse, Francis Bacon o Cecil Beaton vinieron a la ciudad encaprichados por su reclamo exótico, en busca de una vida más libre. De aquellos años, la ciudad conserva una interesante arquitectura colonial y una vibrante actividad en sus calles, como algunas ciudades de la Europa mediterránea. Sin embargo, la legendaria Medina, con su laberíntico trazado y sus zocos atestados de todo tipo de mercancías, nos recuerda que estamos en una ciudad árabe. Actualmente, Tánger cuenta con uno de los puertos comerciales más importantes del Mediterráneo y es el segundo centro industrial de Marruecos. Como consecuencia de ello, ha experimentado un importante crecimiento económico, demográfico y cultural. Tánger es hoy una ciudad dinámica y llena de vida, donde afloran de una manera notable los enormes contrastes de la sociedad marroquí contemporánea.