La empresa Orthem Servicios y Actuaciones Ambientales ha finalizado la restauración del imafronte de la Catedral de Murcia. La ciudad celebra así un hito en la preservación de su patrimonio con la culminación de la restauración de una de las joyas más emblemáticas del barroco español, considerada una pieza arquitectónica única en todo el mundo cuya importancia trasciende las fronteras del arte de nuestro país para constituir uno de los elementos más significativos de la historia de la arquitectura mundial.

Hablamos de una de las intervenciones más emblemáticas de las últimas décadas en la Región de Murcia. Más de 50 profesionales especializados en restauración entre canteros, químicos, arqueólogos, arquitectos e historiadores, entre otros, han trabajado en estas obras que ha ejecutado Orthem siguiendo el proyecto de Lavila Arquitectos y que han devuelto al templo su esplendor, resaltando la riqueza arquitectónica y artística que caracteriza a esta obra universal.

La actuación, que comenzó en octubre del pasado año, se ha llevado a cabo sobre la totalidad del imafronte y ha incluido la limpieza y consolidación de elementos escultóricos, la reparación de estructuras dañadas por el paso del tiempo y la restitución de detalles ornamentales afectados por la erosión y la contaminación.

Los dos grandes frentes de este proyecto de restauración fue luchar contra los deterioros que producen el agua y las palomas. Había algunas zonas en la fachada, muy localizadas, en las que el agua, al descender, deterioraba la piedra, que poco a poco se iba disgregando y, por eso, se desprendían pequeños fragmentos. Para solucionar este problema, se incrementaron los sistemas de evacuación de agua mediante unas cornisas de zinc. Para luchar contra el otro gran problema, las palomas y sus excrementos, se han utilizado cinco sistemas, dependiendo de las necesidades de cada zona: trampas, redes, pinchos, sistema electroestático y halcones.

La intervención consistió en la protección de todos y cada uno de los elementos que componen la fachada, escultóricos o arquitectónicos. Para ello se ha realizado la limpieza general, la reparación y protección de las cornisas; la aplicación de consolidantes de agua de cal; la restauración de elementos deteriorados; la reparación de balaustradas; y la limpieza y protección de las vidrieras, así como varios sistemas para evitar que las palomas aniden como lo hacen actualmente. Se incluyen también algunas instalaciones de iluminación, además de otras para facilitar las tareas de mantenimiento futuro.

La retirada del andamiaje, cuidadosamente planificada, permite admirar nuevamente el imafronte en toda su riqueza de detalles y colores restaurados. A lo largo del proceso, la intervención se ha mantenido abierta al público mediante visitas guiadas, gracias a un doble andamiaje instalado por la compañía del Grupo Hozono Global que permitió que más de 35.000 personas conocieran en profundidad los secretos y el esfuerzo detrás de cada elemento de esta majestuosa fachada.

La culminación de esta restauración marca un nuevo capítulo para el imafronte de la Catedral de Murcia, que sigue siendo un símbolo cultural y artístico para la ciudad. La intervención de Orthem es reflejo de su compromiso con la conservación del patrimonio histórico y su experiencia en proyectos complejos de restauración, asegurando que estas obras maestras sigan inspirando a futuras generaciones.

El imafronte fue construido entre 1737 y 1754 por el arquitecto valenciano Jaime Bort por encargo del cabildo murciano y especialmente del cardenal Belluga. Sustituyó al anterior imafronte renacentista, construido a mediados del siglo XVI por Jerónimo Quijano, muy afectado por riadas y terremotos. En esta fachada concebida a modo de retablo, con influencias del barroco madrileño, el rococó francés, el renacimiento y hasta ciertos detalles del nuevo academicismo, destaca tanto su monumentalidad como su ambicioso programa escultórico.