VALENCIA URVAN

31/12/2021


 

 
 
Juan Chica

 

En los 80 la ciudad de Valencia fue uno de los focos de la revolución cultural del momento, punto de referencia para todos los creadores del país, una época dorada para el arte español que, cuatro décadas más tarde, vuelve a retomar su posición con una nueva generación de artistas que viven y trabajan en la capital del Turia.

Lolo Camino, Juan Chica y Pablo Ruiz son los protagonistas de Valencia Urvan, la nueva exposición de Two Art Gallery (Acisclo Díaz 7 bajo, Murcia). Tres perspectivas muy distintas que ahora toman el testigo de aquella generación de dibujantes, ilustradores y pintores que sentaron las bases del arte contemporáneo español.

Lolo Camino (1983) es un pintor abstracto de origen sevillano que se estableció en Valencia hace años. Aunque comenzó marcado por las líneas de la figuración, poco a poco su obra se ha ido rebelando y ha buscado la manera de desprenderse de esos contornos que parecían estar en una lucha constante por alcanzar la libertad. Los rostros, cuerpos y miembros se han ido desdibujando hasta fundirse casi con el fondo, ahora de colores segmentados y brillantes, ellos le han ido quitando el protagonismo a las formas hasta llegar a desfragmentarse en una solución de marcas cromáticas entre las que todavía parece adivinarse alguna pequeña forma que trata nuevamente de surgir, de sobrevivir... de repente un ojo, una mano, una pequeña cabeza parece asomar temerosa entre la amalgama de colores y masas para perderse en la inmensidad de estos nuevos trazos. Un nuevo tipo de expresionismo abstracto en el que todavía se perciben algunas de aquellas primeras formas de criaturas antropomórficas que ahora han dejado paso a un grafismo orgánico de colores primarios fragmentados. Además, recientemente, ha incorporado la escultura como parte de su discurso por medio de la impresión 3D, dándole así una tercera dimensión a su trabajo, obras también presentes en Valencia Urvan.

 

 
 
Lolo Camino

 

El segundo de los artistas participantes en Valencia Urvan es el más claro representante de las últimas tendencias pictóricas, "the digital painting", la pintura digital. En realidad se trata de la aplicación de las últimas tecnologías fotográficas e informáticas utilizadas con criterios pictóricos para la obtención de imágenes determinadas. Una mezcla de diferentes conceptos, técnicas y elementos tecnológicos, cuyo resultado son imágenes a medio camino entre la fotografía, la pintura y la infografía.

Hablamos de Juan Chica (1990), cuyo lenguaje es una figuración realista con referencias al cómic y a la ilustración literaria, siendo imágenes mucho más complejas y detalladas que las de la línea clara de los 80, en algunos de sus personajes no pueden venir a la memoria algunos de los dibujos del ilustrador Daniel Torres. Técnicamente son obras muy complicadas; se parte de una idea materializada, como un dibujo, que, posteriormente, se dibuja digitalmente con diferentes programas informáticos. La imagen resultante se positiva en aluminio, aplicando como tratamiento final una capa de resina o silicona transparente que potencia el efecto visual de la imagen. El lenguaje utilizado por este artista se puede incluir en las corrientes del "Dark art" e incluso del "Bizarre Art", dos tendencias que proceden de la cultura sajona pero a las que Juan es capaz de imprimir un aporte personal con la calidez del color y la luz mediterráneos, aunque la mayor parte de sus obras, personajes femeninos idealizados, las integra en un contexto plagado de connotaciones siniestras. Las protagonistas están más cerca de una realidad virtual que de un espacio físico concreto, poseen la capacidad de transmitir una sensación de misterio al espectador. Cada obras es como una gran ventana que nos invita a soñar entre sus pequeñas protagonistas de grandes ojos, a inventar historias para cada una de ellas, a creer que otro mundo es posible. La fantasía todavía duerme en cada uno de nosotros y él es capaz de despertarla.

 

 
 
Pablo Ruiz

 

Claro heredero de la más pura tradición del cómic y la ilustración pictórica de los años 80, Pablo Ruiz (1976) traslada a la tela imágenes que podrían ilustrar perfectamente las mejores publicaciones del cómic actual, convirtiéndolas en pinturas de gran formato. La ironía y el sentido del humor son una constante en sus trabajos, reinventa actitudes y miserias humanas dotándolas de una visión caricaturesca de la realidad.

El sexo, la violencia, los alienígenas, el mundo del circo, matones, prostitutas y seres monstruosos protagonizan una serie de historias imaginarias capaces de sorprender al espectador con un exceso de veracidad adaptada a la imaginación de su creador. Su pintura es totalmente narrativa. Esa es realmente su intención, generar una secuencia de pequeñas historietas que en su conjunto cuentan las mil y una batallas de opulentas mujeres, poderosas no sólo en su exagerada fisonomía sino también en su atrevida actitud, encuentros amorosos cuyos protagonistas no dejan nada a la censura y sí mucho a la imaginación, o una recreación del origen del mundo como resultado de un difícil parto al que todos asistimos con gran expectación.

Tres artistas muy diferentes en Valencia Urvan con diferentes maneras de entender y concebir el arte con un nexo de unión para un concepto único, Valencia. La muestra se podrá visitar hasta el 15 de enero de 2022.

 

 
 
Juan Chica

 

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