ALGÚN TIEMPO ANTES
01/01/2007
La Fundación Telefónica, con sede en
Madrid, acoge hasta el próximo una muestra de fotografía de Jorge Molder
(Lisboa, 1947) uno de los artistas portugueses más destacados. Su obra propone
una reflexión sobre la representación del sujeto, hecho que le relaciona con
las inquitudes artísticas de fotógrafos como Cindy Sherman o John Coplans.
Esta preocupación por la subjetividad y la exploración de las fronteras de la
representación en el medio fotográfico convierten a Molder en figura
ineludible del panorama creativo actual. A través del juego de duplicidades
y tomando sistemáticamente su propio cuerpo como objeto, Jorge Molder
acaba con la idea del autorretrato como aproximación objetiva al propio yo.
Con el título Algún Tiempo Antes, la
muestra, realizada por Fundación Telefónica en colaboración con el Centro
Galego de Arte Contemporánea (CGAC) aborda a través de más de 100
fotografías uno de los ejes esenciales en la obra del artista portugués:
la cuestión de la identidad. Llena de referencias al cine, la
literatura y el arte, la obra de Molder busca, ante todo, la emoción del público.
El artista, quien dice no reconocerse en sus retratos, presenta en esta
ocasión una réplica de él mismo a tamaño real. En la instalación -creada
específicamente para el espacio de Fundación Telefónica- un Molder hecho
escultura viene a cuestionarnos, una vez más, los límites de la representación
del yo.
Una exposición donde el dramatísmo se acentúa en blanco y negro. En
el centro de la sala un panel negro abre paso a la muestra, mientras una
inquietante figura, él mismo, parece observar sin llamar la atención. El
desarrollo que toma la propia oscuridad se vuelve objeto en su trayectoria y
nos conduce a un plano simbólico y misterioso. Molder trata una y otra vez con
gran sutileza la ambigüedad de lo desconocido, la sombra toma protagonismo y
crea unas imágenes donde la imaginación forma parte del misterio. Por otra
parte, se muestra reveladora la luz y la sombra huyendo de la definición, al
tiempo que el drama se intensifica a través del objetivo de la cámara
que capta la escena con un sentido cinematográfico.
Su trabajo se fragmenta en series articuladas según criterios de
pertenencia y tiempo, pero sin la pretensión de crear historias inamovibles.
El artista portugués deja que las imágenes desencadenen nuevas historias en
la mente del público. La relación entre el Molder real y el Molder
autorrepresentado se establece sobre fuertes vínculos que van desde el
autorretrato de los años ochenta hacia la construcción ficcional de una
identidad "a medio camino", como él mismo indica. Sus series fotográficas
abren la puerta al otro, a todos aquellos otros que habitan en nuestra
imaginación y en nuestros sueños.
Los comisarios, Maria do Céu Baptista y João Fernández Jorge, han
realizado una selección de su obra, perteneciente a los últimos 25 años:
desde las 3 pruebas de la serie Uma exposição, datada en 1979, hasta
la serie Condição Humana de 2005, que se muestra íntegramente en la exposición.
Las técnicas utilizadas varían de las impresiones en gelatina de plata a la
imagen digital pasando por las polaroids, que utiliza con resultados
inquietantes, y por la incursión videográfica en trabajos como Linha do
Tempo (1999-2000). A través de obras pertenecientes a series tan
significativas como la citada Nox (1999), Waiters (1986), The
Secret Agent (1991), The Sense of the Sleigth-of-hand Man (1993- 94)
Nox (1995) o Anatomia e Boxe (1996) la muestra consigue aportar
una completa visión del territorio del artista.
Jorge Molder comenzó a experimentar en su adolescencia con la construcción
de imágenes a partir de los juegos con la luz. Finalizados los estudios de
Filosofía, expuso por primera vez en 1977, a la edad de 30 años, y desde
entonces se han sucedido las oportunidades de ver su obra en exposiciones
individuales y colectivas, dentro y fuera de su país. Su trayectoria alcanza
un punto culminante en 1999, cuando fue seleccionado para representar a
Portugal en la Bienal de Venecia con 30 de las 36 fotografías que componen la
serie Nox. Su obra está presente en las exposiciones y Ferias de Arte más
descadas y sus fotografías forman parte de colecciones internacionales como
las del Art Institute of Chicago, el Museu de Arte Moderna do Rio de Janeiro y
el MNCARS.
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