NUEVAS OBRAS DE PINTURA SACRA

Con información de sus autores (16/05/2017)


 

     
     
 
     
     

 

Rocío Cortés Ramírez

El aspecto general del cartel 25º Aniversario de la imagen de María Auxiliadora de Huelva es el de una vidriera, elemento utilizado desde la Edad Media en los templos cristianos. El paso de la luz del sol por estos cristales de colores sacraliza y convierte el interior del edificio; de la misma forma que Jesús llegó al Mundo para cambiarlo, convertirlo. Pues bien, para lograr esta sensación de vidriera en el cartel, hemos utilizado una técnica mixta alternando acuarela, acrílico y lápiz de color. Al optar por emular la vidriera, necesariamente la Edad Media será el punto de referencia de los elementos del cartel; es en dicha época cuando se depura el arte del cristal emplomado como elemento decorativo y transformador del espacio. Medievo que finaliza a nivel historiográfico precisamente con un hito tan importante para Huelva como el Descubrimiento de América. Además, también será la etapa en la que se definirá más claramente el papel de María como Auxiliadora de los Cristianos. Así, y con la Edad Media como eje, crearemos un hilo temporal para explicar los elementos representativos de esta obra, desde los más antiguos a los más recientes.

Los primeros cristianos ya utilizaban símbolos para representar a Cristo. Uno de los que con más éxito ha perdurado es el Crismón, anagrama del nombre de Jesús. Podemos intuir este elemento simbólico representado en nuestro cartel, en el nimbo o resplandor alrededor de la cabeza de María, mediante las líneas que parten de las estrellas y que se cruzarían en el centro del nimbo, sugiriendo el monograma. Asimismo, el nimbo y los tonos amarillo y anaranjado nos evocan al Sol, astro relacionado con la divinidad desde la antigüedad y que se relaciona con Cristo como Luz del Mundo desde los primeros pasos del cristianismo.

A partir de las imágenes más primitivas de María como Theotokos (Madre de Dios) entronizada y siendo Ella misma el Trono de Jesús; o como Hodegetria (la que muestra el Camino), durante la Edad Media se van sucediendo la creación de varias iconografías de la Virgen, apareciendo hoy día, en la mayoría de los casos, de pie en lugar de sentada. De la evolución de esta iconografía, y bebiendo de la influencia de los textos bíblicos como los del Cantar de los Cantares y los del Apocalipsis, se configura una imagen de María que todos conocemos como la Inmaculada Concepción: influencia principal de la imagen que se aparece en los sueños de San Juan Bosco de la Virgen como Auxiliadora de los Cristianos. Y es que, durante siglos, la Inmaculada Concepción de María se representó con el vestido de color rosáceo o jacinto, para simbolizar la Pasión de Cristo y envuelta en un manto azul, color que representa la pureza. Además, el azul, así como el amarillo y anaranjado, son colores que se relacionan con la divinidad, subrayando con su uso la idea de la mujer apocalíptica "vestida de Sol". Además, como ocurre con numerosas iconografías de Gloria, cabe advertir que la imagen del Niño está a su vez representando la iconografía de Maiestas Domini: el Señor sobre su Trono (que aquí es María) nos muestra el Camino con sus brazos abiertos.

Como decíamos al principio, no podíamos dejar de recordar la importancia de Huelva en la Evangelización del Nuevo Mundo, hecho que pone punto y aparte en la historia en el año 1492, y que sirve de bisagra entre la Edad Media y la Edad Moderna. Sumando un nuevo continente al viejo mundo conocido, se abren desde Huelva nuevos caminos para el hombre. No hemos, por tanto, querido perder la oportunidad de insistir en la identidad colombina de Huelva. Así, hemos aprovechado la coyuntura que permite la tipología para ello: concretamente en la "H" de Huelva, que podría evocar perfectamente con su curva el mismo efecto que el viento crea en las velas de un barco. En esa letra hemos yuxtapuesto una cruz como las que popularmente han venido siendo icono de los Sitios Colombinos.

Avanzando en la línea histórica, el cartel, como género pictórico, está unido al Modernismo y éste incluye, entre sus características estéticas más conocidas, la combinación de hierro y cristal como representación de su interés por la Revolución Industrial inherente a su tiempo. Hemos querido subrayar la referencia a la etapa modernista en el cartel, dando importancia a su carácter artístico y publicitario, utilizando una imagen clásica como la iconografía de la Virgen con el Niño Jesús en brazos para crear una obra más actual, valiéndonos del contraste con las partes en sombra.

Finalmente, y entroncando con el tiempo actual, el resultado general del cartel evoca innegablemente sesgos de arte, aunque figurativo, contemporáneo; no sólo en tanto a aspecto estético del resultado final, sino en cuanto a reflejo de la conmemoración celebrada. En efecto, los veinticinco años de esta bella imagen que tallara en 1992 Joaquín Moreno Daza se encuentra rodeada de tonalidades de color verdaderamente "familiares" en su habitual procesión del 24 de mayo por las calles del entorno del colegio Cristo Sacerdote: el color del ladrillo visto de los edificios combinando con el verde de ventanales y cornisas, además de la propia vegetación del barrio, permite imaginarnos, al contemplar el cartel, una secuencia -si se quiere- cubista de la procesión gloriosa de esta preciosa imagen de la Patrona Salesiana que cumple un cuarto de siglo.

 

 
 

 

Manuel Caliani

Presentamos dos obras del joven artista onubense. La Virgen del Mar es una acuarela y gouache sobre papel. Con destino particular en Isla Cristina (Huelva), consiste en una representación de la populosa Virgen del Mar de la barriada marinera de Punta del Caimán desde mi visión personal de esta bellísima advocación mariana. Mide 70 x 49,5 cm. Esta particular Madonna surge de entre las olas en una atmósfera tempestuosa. Al autor le ha parecido bella la idea de recurrir a los fenómenos naturales como los que produce el mar, bravo, inmenso y profundo, como la fe que se produce a través del fervor hacia esta peculiar devoción isleña. Además, la divinidad recae grácilmente en torno al rostro de la Señora en un cielo estrellado que la corona.

Otra acuarela que ha finalizado recientemente lleva por título El Despojado. Representa a Jesús Despojado, de la Hermandad homónima que procesiona cada Domingo de Ramos en Sevilla. Realizada en formato A3, vuelve a recurrir al primer plano, que en esta imagen cobra especial relevancia expresiva y dramática. Jesús es despojado de sus vestiduras ante la crucifixión, pero también se despoja de sí mismo para entregarse por amor, de ahí que sean tan importantes las reminiscencias a la sangre que es derramada sobre el género humano.

 

 
 
 
 

 

Antonio Díaz Arnido

Dos nuevas obras también en este caso. Las pinturas que ilustran el Libro de Reglas de la Hermandad de San Bernardo, corporación de penitencia del Miércoles Santo sevillano. Representan a tres de sus titulares: el Santísimo Sacramento, el Santísimo Cristo de la Salud y María Santísima del Refugio. Realizados al óleo, temple, gouache y oro sobre pergamino, se incluyen dentro de una pieza artística conjunta que ha sido restaurada -respecto a su orfebrería- por el afamado taller de Ramón León, y encuadernada -con las Reglas actualizadas- por Gráficas Alés, dos auténticos referentes en sus respectivas disciplinas.

Respecto a la Apostura de un Instante, es una pieza realizada en técnica mixta sobre tabla para una colección particular de Sevilla. Retrata a la Dolorosa titular que da nombre a la hermandad hispalense del Carmen Doloroso, una talla realizada en 1984 por Francisco Berlanga de Ávila. Antonio Puente Mayor ha dedicado un microcuento a esta nueva obra pictórica realizada por el pintor y restaurador Antonio Díaz Arnido:

 

- Estás temblando -susurró, mientras se deslizaba suavemente, como el rumor de un beso-. ¿De qué tienes miedo?

Al oírla, su hermana se detuvo, y exhalando un suspiro de sal le respondió:

- Miedo de evaporarme y no rozar nunca más su Rostro...

 

 
 
 
 

 

Manuel Espejo Mármol

Bajo el título Reina del Campo Andaluz encontramos a la Patrona de Lucena (Córdoba) y del Campo Andaluz, María Santísima de Araceli, en esta obra de 70 x 100 cm que ha sido realizada en técnica mixta, combinando grafito, acuarela, tinta, lápices de color y "collage". A modo de curiosidad, las plantas que encontramos a los pies de este venerado icono mariano han sido tomadas de la propia Sierra de Aras, donde se encuentra su Real Santuario. En esta obra de Manuel Espejo se recuperan detalles muy característicos de la iconografía aracelitana, tomados de los antiguos grabados de la Virgen que se conservan.

 

 

 

José Tomás Pérez Indiano

Las dos obras se hallan destinadas a la cartelería. Una de ellas ilustra la muestra colectiva del Parlamento de Andalucía, inaugurada hoy, en la que el artista participa junto a otros 39 creadores contemporáneos para homenajear a Murillo por su IV Centenario y de la que muy pronto les ofreceremos más información.

La otra es el cartel que Pérez Indiano ha realizado para la hermandad filial del Rocío de Madrid, fundada en 1958 cuando varios residentes en Madrid, naturales de la provincia de Huelva, deciden constituirse en Peña Rociera. Es la filial número 33 y la primera que se constituyó fuera de Andalucía.

 

 

Juan Miguel Martín Mena

Se trata del cartel Hosanna que editó la Real Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús en la Sagrada Entrada en Jerusalén y Nuestra Señora de la Estrella de Dos Hermanas (Sevilla) con motivo del pasado Domingo de Ramos. Se trata de una obra realizada con técnica mixta -pastel y bolígrafo- sobre cartulina satinada. Tiene unas medidas de 57 x 80 cm. Representa a la Dolorosa titular recordando las tan conocidas fotografías cofrades de Fernand o Haretón de las décadas de 1960 y 1970, pero reinterpretada con una imagen actual de la talla y aportándole movimiento mediante dos claveles que salen del formato. Todo se halla enmarcado sobre un fondo que difumina una palma rizada, símbolo inequívoco del Domingo de Ramos. Sobre la composición la Leyenda "HOSANNA. Dos Hermanas Domingo de Ramos 2017".

 

 

Maripaz García González

Este cuadro se convirtió en el cartel anunciador de la Semana Santa de la cofradía gaditana de la Columna. Muestra un primer plano del Cristo titular de la misma. Aunque la autora lleva muchos años viéndole en su camarín del templo de San Antonio, en los días que estuvo pintándolo fue cuando verdaderamente descubrió su rostro. Entre las muchas fotos que buscó para plasmar la obra del escultor Jacinto Pimentel, su perspectiva del lado izquierdo desde abajo era espectacular y distinta a las otras. Según iba observando cada detalle para reflejarlo, pincelada a pincelada, sobre el lienzo, la pintora se fue llenando de inquietantes sensaciones: empatizó con su sufrimiento físico a través del rojo carmín con una pizca de tierra de sombra natural con los que pintó sus heridas y cada una de sus gotas de sangre; casi le dolió la pincelada de siena tostada con la que le dio volumen al golpe de su cara, y entendió que las transparencias acuosas que pintó sobre sus mejillas, esas lágrimas que ni siquiera sabía que existían al no apreciarlas por la diferencia de altura, eran el manantial de agua viva con el que saciar la sed del alma de sus hijos. Cuando la artista terminó de dibujar sus ojos tristes y desconcertados, se quedó mirándole el rostro y su pensamiento voló muy lejos en el tiempo llegando hasta el monte de los olivos… allí olió su miedo y sintió su angustia, también palpó su decepción y, sobre todo, la tristeza que sintió por la traición de uno de sus hijos amados. Estos fueron algunos de los grandes sufrimientos que el Señor atado a la Columna y Azotes tuvo que padecer: el sufrimiento psicológico, el sufrimiento del alma. Y todos esos sentimientos espera haberlos transmitido en esta obra en la cual ha puesto todo el corazón.

 

Fotografías de Juan Antonio García Delgado y de los autores

 

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