NUEVAS OBRAS DE PINTURA SACRA

Con información de sus autores (06/12/2016)


 

 

Satur Vizán

Esta acuarela del prolífico artista zamorano, famoso por sus paisajes urbanos hiperrealistas, ha sido encargada por la Junta Pro Semana Santa de Zamora para servir de cartel anunciador de la Semana Santa de 2017. En este caso, Vizán prescinde totalmente del trasfondo urbano para centrarse en las tres esculturas principales del paso de la Sentencia, plasmadas sobre un marco azul que recuerda las soleadas tardes del Jueves Santo de Zamora. El pintor le añade un mensaje de crítica social, muy de actualidad en nuestra sociedad, en la que existen demasiados Pilatos y el débil siempre es el perjudicado mientras los poderosos se lavan las manos.

El grupo escultórico de la Sentencia, compuesto en realidad por cinco figuras -Jesús, Poncio Pilato, un miembro del sanedrín, un soldado romano y un esclavo de raza negra- pertenece a la cofradía zamorana de la Vera Cruz. Su autor, Ramón Núñez -natural de San Fernando (Cádiz) afincado de Zamora, discípulo del famoso imaginero zamorano Ramón Álvarez-, lo talló en 1926 inspirándose, según Ricardo Flecha, en las versiones pictóricas del Ecce Homo que hicieron Antonio Cesari y Honoré Daumier; esta última, curiosamente, una obra de tintes sociales que, al igual que el cartel de Vizán, supone una defensa del oprimido frente al poder (ver enlace).

 

 

Manuel Prados

Con el título Oración de oro y sal, este óleo sobre lienzo cuyas medidas son 50 x 70 cm muestra, siguiendo las líneas del neobarroco, a la dolorosa almeriense del Amor y de la Esperanza -obra del imaginero sevillano Antonio Joaquín Dubé de Luque (1988) que reproduce el famoso icono mariano de la Madrugada hispalense- bajo unos tonos que recuerdan la luz y el color que define el carácter de la ciudad de Almería.

La Virgen del Amor y de la Esperanza se encuentra ataviada con un tocado blanco que asemeja la espuma de las olas -similar a los encajes que suelen vestir las dolorosas andaluzas-, la cual se diluye hasta los azules marinos que sirven también de cielo a la ciudad. Es una composición que se retroalimenta de forma simbólica, teniendo varias lecturas donde el propio mar de Almería viste a María y María es custodia de la capital.

 

 

Antonio Díaz Arnido

Obra pictórica en técnica mixta sobre tabla para una colección particular, inspirada en la sobrecogedora imagen del crucificado titular de la Hermandad Universitaria de Córdoba -el llamado Cristo Sindónico al reproducir fielmente la silueta impresa en la Sábana Santa de Turín-, realizada por el escultor y docente sevillano Juan Manuel Miñarro, de quien Antonio Díaz Arnido recibió clases en su etapa académica. Dicha escultura de Miñarro fue galardonada con el IV Premio La Hornacina entre las presentadas en el portal durante 2010.

 

 

Juan Fernández Robles

En este óleo sobre lienzo con base de pan de oro, aparece retratada, en busto, la popular dolorosa del Viernes Santo sevillano, la Soledad de San Buenaventura, una obra del imaginero Gabriel Astorga (1851) restaurada por Sebastián Santos (1954) y Manuel Domínguez Rodríguez (1967).

La Virgen aparece de luto, con una vestimenta recuperada hace un par de años, coronada por una diadema silueteada para que cobre importancia el rostro de la dolorosa, enfatizando el artista estepeño la representación del corazón en el pecho atravesado por los siete puñales como símbolo de los dolores de María.

 

 

Ignacio Pizarro Ortego

La última creación del joven artista representa en sombras un detalle del paso del Cristo del Desamparo y Abandono, titular de la hermandad sevillana del Cerro del Águila. La composición presenta un fuerte contraluz que muestra al crucificado anónimo del siglo XVII acompañado del sayón labrado por el imaginero hispalense Juan Manuel Miñarro que señala al cielo, rodeados ambos de un cielo con nubes que enmarca la escena. La obra ha sido realizada en acuarela sobre papel Canson en formato A4.

 

 

Jarén

Con motivo de la presentación del libro "Nuestra Señora de la Paz, memorial de una devoción", en el que se analiza la bella dolorosa antequerana -obra de Miguel Márquez (1815)- desde un punto de vista histórico, artístico y devocional, el prestigioso pintor y restaurador sevillano Jarén -nombre artístico de José María Méndez Rodríguez- ha realizado la obra Ensoñación de la Virgen de la Paz en grafito y témpera sobre papel, en la que la imagen aparece en un espacio imaginado, dentro del espacio sintetizado de su camarín, y sobre la peana procesional que no se coloca en dicho entorno y en la que figuran elementos que no posee en la actualidad, como las coronas de los ángeles, las guirnaldas y los angelitos turiferarios; tampoco existen el dosel de madera, la nube bajo la luna y la saya, reconstrucción de una anterior. El reto de esta obra ha sido conseguir que, entre tanta escenografía, la Virgen de la Paz no perdiera su protagonismo y siguiera trasmitiendo los sentimientos que la han convertido en una de las grandes devociones de Antequera y Andalucía.

Mayor interés dentro de la producción reciente de Jarén tiene la obra San Turistadeo, en la que la búsqueda de un lenguaje actual se aúna a los recursos iconográficos de la historia del Arte para intentar transmitir un mensaje. El resultado es una obra figurativa en la que los detalles ayudan a potenciar el efecto que quiere causarse sobre el espectador. En esta creación se plantea con cinismo y sana ironía el endiosamiento de la figura del turista, tanto para lo malo como para lo bueno. Con pose mayestática, casi divina -por su acercamiento, por ejemplo, a la del Zeus de Olimpia-, y con un conjunto inspirado en el retrato de Santo Domingo de Guzmán de Bartolomé Bermejo, se presenta la figura de un turista masculino sentado en silla coral bajo una hornacina gótica de arco peraltado. En sus manos sostiene como atributos la guía de viaje y una botella de agua, cual orbe y cetro regios, apareciendo también el sombrero a semejanza de coronas o capelos cardenalicios.

 

 

Escrito relacionado en este

 

Volver          Principal

www.lahornacina.com