Manuel Prados

Peculiar y llamativa representación pictórica de la Virgen del Rocío de Almonte (Huelva) con la que el artista granadino realiza una alegoría de la fiesta de Pentecostés, día en que el Espíritu Santo descendió en el cenáculo sobre los apóstoles, reunidos en oración con María, la madre del Maestro.

Sobre la cabeza de la Señora, singularmente ataviada con toca hebrea de tonos marfileños y túnica azul con las orillas y los puños recamados en oro, aparece una de las lenguas de fuego mediante las que Dios, tras un fragor parecido a un huracán, se manifestó a los presentes. El viento y el fuego simbolizan la obra del Espíritu Santo: eleva, purifica, ilumina y espiritualiza las almas.

La efigie mariana, con el rostro fielmente tomado del venerado icono, emerge sobre fondo negro para resaltar el color de la llama divina, cuyo propósito fue también el don de lenguas como carisma para alabar a Dios, que confirma definitivamente de esta manera la victoria de su Hijo sobre la muerte.

Por último, los ensortijados cabellos de este simbólico cuadro aluden al atuendo pastoreño de la venerada imagen, mientras que la sortija en su mano derecha alude a la esencia del evento, pues Pentecostés pasó de ser una fiesta de agradecimiento por la siega a tomar el significado de la renovación de la Alianza.

Juan Díaz Losada

Esta obra del prestigioso y reconocido artista plástico ilustra el cartel oficial de la Coronación Canónica de María Santísima de la Amargura (Granada), obra de principios del siglo XVIII del círculo de José de Mora.

La pintura es de carácter onírico y contemplativo. Se desarrolla en Getsemaní, en alusión al paso de misterio de la Oración de Nuestro Señor en el Huerto de los Olivos, donde los apóstoles Santiago, Pedro y Juan se despiertan avisados por el Ángel Confortador ante una visión celestial que protagoniza la Divina Comendadora, que aparece con un cetro en la mano, signo de majestad, y un sencillo velo orlado con una corona de flores, tal y como la Dolorosa granadina ha estado durante el último año, tal y como se presentó a Granada en su nuevo paso de palio, el pasado Lunes Santo, y tal como bajará a la Catedral el próximo 29 de mayo.

Asimismo, la Virgen está preparada con la saya de coronación para recibir simbólicamente la presea que más arriba, entre nubes, su Hijo, un retrato del Señor de la Oración en el Huerto -obra de Domingo Sánchez Mesa del año 1943- presenta al Padre Eterno, que bendice el acto en presencia del Espíritu Santo.

El rompimiento celestial se acompaña de un numeroso grupo de ángeles querubines, que portan los escudos de las órdenes contemplativas y de la Orden de Santiago, padrinos de la Coronación Canónica.

Jesús Caballero

Obra presentada a concurso para anunciar la Semana Santa de la localidad gaditana de El Puerto de Santa María, que obtuvo el reconocimiento y distinción de Mención de Honor por parte del jurado.

Nuevamente el autor utiliza el laminado en pan de oro y el falso estofado para la conjunción de los elementos compositivos del cartel, pero dejando como primer elemento y foco de atención la imagen de Jesús Nazareno, atribuida por Moreno Arana al escultor sevillano Ignacio López (1658-1718).