José María Bonilla Garrido

Cristo Crucificado representado en el momento de la sagrada conversación con San Juan Evangelista, imagen que en estos momentos se encuentra elaborando el joven artista giennense.

La pieza, de pequeño formato (mide 78 cm de altura), es de terracota policromada, mientras que la cruz a la que se halla fijada por tres clavos es una talla directa en madera de pino de Flandes.

Ha sido realizado por Bonilla Garrido para Martos (Jaén) con vistas a un futuro Calvario en el que figurarán también las imágenes de la Virgen, María Magdalena y un ángel eucarístico.

Francis Arredondo

El joven artista vuelve a cultivar el tema de la Cabeza Degollada de San Juan Bautista o San Juan Bautista decapitado con esta pieza en terracota policromada al óleo. Va destinada a la hermandad de la Procesión del Silencio de Metepec (México). Estuvo expuesta el pasado 29 de agosto para celebrar la muerte del santo.

El Precursor de Cristo fue decapitado por denunciar públicamente la relación de Herodes Antipas con Herodías, la esposa de su hermano. Pese a ser un rey de oriente y por tanto un déspota, Herodes al principio se contentó con el arresto de Juan en prisión, pues al parecer sentía estima y respeto por el Bautista y le conmovían sus palabras sobre Dios. Sin embargo, la insistencia de Herodías logró finalmente la ejecución del santo.

Eduardo Sánchez Aranda

Busto de Cristo a tamaño natural con la advocación de Humildad. Ha sido labrado en terracota policromada al óleo, con pestañas superiores de pelo natural y una lágrima de cristal en el rostro.

Para la próxima Cuaresma de 2015, esta pieza, junto con otras que el pintor y escultor se encuentra actualmente realizando, podrá verse en una retrospectiva de carácter itinerante que visitará las localidades de Jerez de la Frontera, Cádiz y Bolaños de Calatrava (Ciudad Real), villa natal de Sánchez Aranda.

Francisco Javier Fernández Álvarez

Dolorosa de candelero para vestir y tamaño ligeramente inferior del natural (130 cm de altura), realizada en el taller de la escultora Juliana Arias González, maestra del autor.

Hablamos nuevamente de una obra modelada en terracota policromada al óleo, con los postizos típicos de la iconografía de la Mater Dolorosa desarrollada en la iconografía andaluza del barroco.