NUEVAS OBRAS DE PINTURA SACRA

Con información de Fernando Aguado y Alejandro Morante (25/01/2013)


 

     
     
 
     
     
     
     

En primer lugar les presentamos un manto pintado en acrílico sobre seda natural por el artista hispalense Fernando Aguado Hernández. La representación principal de la pieza es la llamada "Visión del Collar", una aparición de la Virgen María a Santa Teresa de Jesús un día de la Asunción en la Capilla de los Dominicos de Ávila.

Se trata de una reproducción de la pintura original del suceso, una obra de autor anónimo del siglo XVII conservada en la Basílica de Gray (Francia). En las vistas de la capa figuran los carmelitas San Juan de la Cruz y Santa Teresita del Niño Jesús. La composición se halla enmarcada por la leyenda "SI AMORES ME HAN DE MATAR, AHORA TENGAN LUGAR", la cual guarda relación con la figura de Cristo.

Con esta capa Fernando Aguado completa un terno realizado para el Niño Jesús de Praga que él mismo labró en el año 2007 (ver enlace) con destino al convento sevillano del Santo Ángel de la Guarda, regentado por Carmelitas Descalzos. La capa forma ahora conjunto con una saya ya realizada, siendo ambas piezas donación del artista.

     
     
     
     
 
     
     
 
     
     

Por otro lado, el pintor malagueño José Antonio Jiménez Muñoz ha realizado la pintura que ilustra el cartel conmemorativo del XXV aniversario de la bendición de Nuestro Padre Jesús de la Puente del Cedrón, una efigie del escultor sevillano Juan Manuel Miñarro que recrea el momento en que Cristo, tras ser prendido en el Huerto de los Olivos, cruza el torrente Cedrón camino del palacio del Sumo Sacerdote.

Esta obra pictórica, ceñida a las técnicas propias del mundo de la cartelería -conjuga simplificación en el momento de dar la información, composición y juego de complementos a la hora de aplicar el color, así como una adecuada rotulación- ha servido también para anunciar el Via Crucis de la Agrupación de Cofradías de Málaga que la venerada imagen efectuará el primer Viernes de Cuaresma hacia la Catedral.

Como eje central se presenta la imponente imagen del Señor de la Puente, de mirada serena y cercana al espectador. Emerge sobre un lema que parece inclinarse sobre sus extremos, haciendo alusión a su propia advocación. La línea y la curva juegan un papel fundamental a la hora de la maquetación del cartel.

Un gran nimbo resplandece sobre sus sienes: la bóveda de la Catedral de Málaga. Un guiño histórico que anuncia que el Señor de la Puente del Cedrón vuelve, tras siglo y medio, al interior de la Basílica dedicada al Dogma de la Encarnación. A lo largo de la historia, el eje central de las cúpulas se ha usado como punto y lugar donde confluyen todas las líneas y caminos, el lugar escogido por los artistas para representar el espíritu de Dios. En este caso, el autor situa en aquel lugar de privilegio a la Soberana Imagen de Cristo erigido como Supremo Hacedor del Universo. 

 

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