Ángel Custodio para la Honorable y Real Orden de Caballeros de San Cristóbal de Orihuela (Alicante), una institución de carácter castrense que agrupa a miembros de los tres ejércitos, fuerzas de Seguridad del Estado y Policía Local. La imagen recibirá culto en la capilla de la Santa Cruz de Fajardo en Orihuela, lugar donde dicha institución celebra sus cultos y actos de carácter religioso.

Joaquín Mayans se inspira esta vez en el retrato y en la persona de un niño real, y que le ha servido como modelo con claros rasgos idealizados y angelicales. En la figura concebida por el imaginero alicantino se entrecruzan la contemporalidad y la elegancia clasicista creando una curiosa simbiosis.

Siguiendo los deseos del cliente, Mayans realiza una obra cargada de poesía y simbolismo, e intenta plasmar en ella los valores por los que se rige y se caracteriza la institución y sus miembros. Destaca en este sentido la enseña nacional de España que porta y que simboliza de alguna manera los valores patrios.

El rostro posee rasgos bellos y expresivos, utilizando Mayans un tratamiento realista y de suave modelado. También en esta ocasión hace uso de una gama de colores intensos que caracterizan muchas de sus obras y que a su vez son un elemento expresivo más en ellas.

Esta obra recuerda la escultura conmemorativa del periodo de entreguerras que representaba a los héroes caídos en situaciones bélicas y se colocaban en el interior de los templos del norte de Europa, principalmente en Gran Bretaña y otros países de confesión protestante. En su parte inferior queda representado el escudo con los colores de la venera o insignia de la institución, sobre el cual aparece la gran cruz de la Orden de San Cristóbal.