Imagen vestidera del Beato Antonio Martínez Gil-Leonis (1916-1936), novicio de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios que fue asesinado con tan solo 20 años de edad, junto con varios compañeros, tras varios meses encarcelados en la prisión de San Antón. El joven religioso era natural de Montellano, localidad sevillana para la que Manuel Martín Nieto ha realizado esta obra por encargo de la Parroquia de San José.

La efigie, de tamaño natural (176 cm) policromada al óleo, posee anatomizados el torso, la cabeza, las manos y los pies -calzados con sandalias de cuero- hasta la altura de las rodillas. Sus brazos son articulados para facilitar su atavío con el hábito de San Juan de Dios. El rostro está sacado de la única fotografía que existe del Beato Antonio, muy querido en Montellano y Morón de la Frontera, donde estuvo vinculado a los Salesianos.