Se trata de la primera obra que el escultor e imaginero de Morón de la Frontera (Sevilla) entrega para el futuro paso de misterio de la Coronación de Espinas del municipio cordobés de Fernán Núñez. Representa a un sayón y es una figura muy peculiar porque con ella se rescata un mítico simulacro perdido en dicha localidad que gozaba de gran fama por su feroz fealdad y era llamado popularmente "el sayón de la verruga".

La talla de Martín Nieto mide 176 cm de altura y se halla labrada en madera de cedro, completamente anatomizada y policromada al óleo. Aparece arrodillada sobre la pierna derecha, que soporta el peso del cuerpo mientras la otra queda elevada y en ella descansa la mano izquierda. La actitud es la de mirar al público con expresión de asombro y burla, mientras señala con la mano derecha al reo.

El estudio anatómico del sayón, uno de los que participaron en el brutal castigo que recibió Cristo durante su Flagelación, es muy realista y depurado, pues según el autor "el valor que adquiere al estar totalmente anatomizado es mayor que al ser una imagen de las llamadas "de candelero o pijama". Resulta llamativa la genuflexión del pie derecho, compleja y no demasiado vista en este tipo de piezas.

La imagen lleva piezas de cuero (sandalias y cinturón) realizados en Morón de la Frontera. Los calzones han sido confeccionados por Ana María Falcón, siguiendo un diseño de Gabriel Martín Gázquez y del propio Martín Nieto. La idea de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús en su Coronación de Espinas y María Santísima de las Angustias es completar el misterio en años sucesivos con la inclusión de otro sayón y dos soldados romanos.