El reconocido escultor e imaginero Rafael Martín Hernández ha llevado a cabo una nueva interpretación de la Virgen María en el trance de la Pasión de Jesús con esta talla de candelero para vestir, realizada en madera policromada a tamaño natural, que ha recibido la advocación de Nuestra Señora de los Siete Dolores.

Desde hace unos meses la imagen recibe culto en el templo segoviano de la Resurrección (Nueva Segovia) como nueva titular de la Cofradía de la Flagelación. Junto con los habituales atributos del pañuelo y el rosario porta también la corona de espinas de Cristo y una rosa blanca que simboliza las virtudes virginales.

Los rictus de los labios y del entrecejo enfatizan la expresividad dolorosa de María sin alterar una impronta que se caracteriza también por la idealización formal y las suavizadas carnaciones. En la galería fotográfica aparece ataviada por Antonio Sanabria y por su propio autor, aunque su vestidor en Segovia es Álvaro Abril Vela.