Esplendor de Hollywood

Muchos han soñado con colarse en casa de las estrellas, ya fuera por compartir un rato en sus dominios o simplemente para saber qué hacen los iconos en su intimidad. La obsesión con los famosos no es cosa del presente: Hollywood fue -seguramente- el precursor de todo ello. Sin embargo, a medida que el cerco se estrechaba en torno a actores, actrices y demás gente del cine, la posibilidad del acceso real a sus vidas, a sus sueños, se cerraba en banda. Por eso, cuando uno mira las fotografías de Sid Avery no puede evitar sonreír.

Avery se coló -literalmente- hasta la cocina de los famosos, de las auténticas celebridades. No las de ahora, manipuladas por los medios de comunicación como si fueran un plato recalentado, sino de las de verdad, las que convirtieron el séptimo arte en un fortín: Steve McQueen, Yul Brynner, Paul Newman y su inseparable Joanne Woodward, Anthony Perkins, James Coburn, James Dean, Frank Sinatra... la lista es inacabable. Si eras alguien en Hollywood el objetivo de Avery te inmortalizaría tarde o temprano.

Simpático, cercano, tranquilo y -ante todo- un fotógrafo excepcional, nadie ha sido mejor testigo de la era dorada del séptimo arte como la cámara de Sid Avery (Akron, 1918 - Los Ángeles, 2002). Su objetivo eran las estrellas de Hollywood, pero al contrario de los paparazzi, él no las veía de lejos y apretaba el percutor como un loco esperando que el dios de la fotografía le concediera un buen plano. No, a Avery le abrían la puerta de casa, le ponían la alfombra y le preparaban un Martini. Mientras los demás fotógrafos se las veían y deseaban para conseguir una sesión en condiciones, los titanes de los grandes estudios se pasaban el teléfono de este gentleman que se convertiría en el mejor retratista de la historia de Hollywood.

Avery abrió su estudio de fotografía en Hollywood Boulevard cuando apenas contaba con 21 años y gracias al apoyo de Eero "Cookie" Cook, otro fotógrafo con galones. Su estilo pronto se abrió hueco en un paisaje dominado por los grandes estudios, en lo que se conoce como la época dorada de la meca del cine. En 1941 su carrera sufrió un parón con la entrada de los EE UU en la II Guerra Mundial. Por suerte, y gracias a la ayuda de la revista Life (que hizo las gestiones oportunas) recibió un entrenamiento de seis semanas y se convirtió en corresponsal de guerra mientras seguía con sus obligaciones militares. Avery llegó a participar en los planes para la invasión de Normandía. El fotógrafo volvió a Hollywood en 1946 dispuesto a retomar su trayectoria.

En los años 50, mientras Europa trataba de superar la postguerra, Sid Avery aprovechó la coyuntura de los Estados Unidos (donde el público experimentaba el deseo de acercarse a sus estrellas) y se metió en el bolsillo a lo más granado de la realeza actoral. En las dos décadas siguientes la fama de Avery se multiplicó y todos los grandes de la industria accedían a posar para él, sin condiciones, sin revisiones, sin aprobaciones posteriores. En aquel ambiente de absoluta libertad, el fotógrafo estadounidense dejó centenares de imágenes para la posteridad. Un genio incontestable que convirtió el retrato en el género por excelencia, cuyo legado La Térmica ofrece por primera vez en Europa y que rezuma estilo y nostalgia a partes iguales.

Miradas de Cine

Fundador y fotógrafo de la mítica revista cultural Les Inrockuptibles, el Renaud Monfourny, nacido y criado en el campo en 1962, es una de las personalidades de la actualidad que mejor ha sabido retratar la debordiana sociedad del espectáculo. Atrapó su virus al adherirse al fotoclub local durante su adolescencia.

En sus 25 años de trayectoria como fotógrafo, este autor francés se aleja del artificio de la consumista estética glam para captar, de forma espontánea y directa, músicos de la escena rockera y punk, así como a famosos artistas, directores y actores de cine más críticos con el establishment capitalista.

Nombres como Jean-Luc Godard, Woody Allen, Christophe Honoré, Serge Gainsbourg, Michel Houellebecq, Iggy Pop, David Lynch, Philippe Katerine, Louis Garrel, Patrick Modiano, Riad Sattouf o Sophie Calle son solo algunos de los emblemas contraculturales que se han dejado atrapar por el objetivo de Montfourny.

Sus fotografías en blanco y negro han pisado con éxito el suelo de las galerías de Nueva York, Tokio, París, Bruselas, Tesalónica y Buenos Aires, otorgándole una fortuna crítica excelente en todo el mundo. Así, no ha de extrañarnos que eventos como el Rock in Seine cuente con el mismo Monfourny como invitado esencial.

Como en La Térmica de Málaga tampoco entienden de etiquetas y fronteras entre las artes, han propuesto una inauguración muy especial de esta muestra el próximo 19 de octubre, con un evento de cine, música y fotografía. Dos DJs franceses inventarán las bandas sonoras de películas surrealistas mudas, y actuarán los grupos Hungry Butterfly y RadioMentale, junto a Álex Millán Dj, que terminará la noche con música.

Exposición Esplendor de Hollywood hasta el 7 de enero de 2014. Exposición Miradas de Cine del 19 de octubre al 17 de diciembre de 2013. Dirección y horarios de La Térmica: Avenida de los Guindos, nº 48, Málaga. Lunes a sábado, de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas; domingos, de 12:00 a 18:00 horas.