El Museo Revello de Toro de Málaga acoge desde ayer 1 de agosto la exposición Dos Obras de Pedro de Mena Vuelven a su Taller, compuesta por dos tallas del siglo XVII, un Ecce Homo y una Dolorosa, que es, además, el retrato de la mujer del imaginero. La exposición podrá verse en la que fuera casa-taller de Pedro de Mena, que no es otra que la sede de dicho museo malagueño, ubicada en el nº 5 de la Calle Afligidos.

Ambos bustos, "de los mejores que salieron del taller de Pedro de Mena, obras cumbres de la imaginería barroca española", según explica Elías de Mateo, director de la pinacoteca y del Museo del Patrimonio Municipal (MUPAM), fueron regalados por el escultor barroco en 1675 a la iglesia de la Abadía del Císter, donde habían ingresado como religiosas sus hijas Andrea y Claudia, y donde él mismo dispuso su enterramiento.

Las obras, que forman un único grupo, son comparables, por ejemplo, a las que se encuentran en el Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid, que fueron un encargo directo del rey Felipe IV. Elías de Mateo ha recordado que "Pedro de Mena fue un hombre de una extremada religiosidad que plasmó sobre su vida personal y en su obra artística". Según el director, "uno de los temas que más le gustaba tratar era el Cristo en los padecimientos en la Pasión y el dolor de la Virgen ante el padecimiento de su hijo".

La muestra Dos Obras de Pedro de Mena Vuelven a su Taller, que podrá verse hasta el 29 de septiembre de 2013, ha sido posible gracias a la Comunidad de Religiosas Cistercienses del Monasterio de Nuestra Señora de la Anunciación de Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), que ha prestado al Museo Revello de Toro las dos joyas más preciadas de la antigua Abadía de Santa Ana de Málaga, tal y como ha indicado Elías de Mateo.