NUEVA PUBLICACIÓN SOBRE CULTURA ANDALUZA

Antonio Fernández Paradas (20/07/2018)


 

 

Andalucía pasa por ser cuna de la civilización occidental y cruce de caminos entre el norte y el sur, el este y el oeste. Geográficamente definida desde antiguo, en Andalucía se fueron sobreponiendo procesos de aculturación a lo largo de los siglos que fueron dejando su impronta en las personas y su relación con el entorno. De otra parte, Andalucía ha exaltado también el imaginario popular de los foráneos. Ya fuera por la mitificación de la antigua Tartessos, el aprecio de su exquisito garum, el desarrollo de una cultura paralela -y en cierta manera superior en la Edad Media con Al Andalus- o el fascinante esplendor artístico de la época moderna.

Cuando llegó la decadencia el interés por Andalucía se redobla, y la tierras y personajes andaluces pasan a constituir objetos literarios para una Europa que sigue viendo en ellos lo diferente y lo apasionante, lo que no puede encontrarse en otros países ya definido como modernos. Carmen, Don Juan, los bandoleros y los contrabandistas se convierten en el siglo XIX en arquetipos andaluces que llegan a alcanzar una dimensión universal, y los viajeros románticos, sobre todo británicos y franceses difunden por el mundo la imagen de una Andalucía misteriosa, oriental y vitalista en la que todavía todo es posible.

Fruto de este ingente torbellino de historia, miradas, costumbres y tradiciones, es la gran riqueza patrimonial que hemos heredado. Patrimonios materiales de todo tipo, e inmateriales imposibles de cuantificar. Fiestas, tradiciones, manifestaciones materiales de las expresiones culturales de estas fiestas, músicas, danzas, hablas propias, artesanías y costumbres populares, hacen del territorio andaluz un caldo bien condimentado que alimenta a los propios y a los de fuera.

Si la globalización ha hecho que las fronteras políticas y físicas se envuelvan en brumas, la "glocalización" ha abierto y visibilizado lo local hacia el mundo. Fenómenos como los Carnavales de Cádiz, el Rocío o la Semana Santa, son netamente locales pero consumidos a nivel internacional. Por otro lado, cientos de manifestaciones mucho más locales de pueblos pequeños también tienen su presencia y reclamo internacional, siendo altamente consumidos por ejemplo en YouTube. En pleno siglo XXI, Internet y las Redes Sociales han sido un factor clave en la democratización y expansión de la cultura andaluza a nivel internacional, no sólo de las grandes manifestaciones culturales sino también de modos de cultura mucho más locales y localizados.

No cabe duda que estás grandes fiestas andaluzas gozan de un excepcional estado de salud. Nunca existió una Semana Santa tan mediática, un Carnaval de Cádiz tan internacional, un Rocío tan populoso o unas ferias que paralizaran al completo los tientos del reloj y la vida de las ciudades. La problemática se produce en los núcleos de población más pequeños, con menos recursos y gobiernos que no entienden la importancia patrimonial de la cultura andaluza, las fiestas y las tradiciones. Es en estos niveles, donde se conserva el grueso de nuestras manifestaciones culturales, donde empiezan a detectarse "especies en peligro de extinción". Y es aquí, donde la educación entra en juego, ya que no se puede conservar, custodiar y proteger lo que no se sabe que se tiene.

 

 

Sería interesante mapear todas y cada una de esas manifestaciones culturales en "peligro de extinción" con vistas a tomar las medidas e incentivos necesarios para asegurar su preservación, bien económicas, bien conservadoras o bien documentales para asegurar una correcta preservación de los procesos de trabajo. Con el fin de dar el mayor alcance proteccional a estas fiestas y manifestaciones culturales, hay que superar la declaración expresa de Bien Interés Cultural (BIC) y mapear en profundidad cuántas fiestas, modos de hacer y tradiciones se encuentren en peligro, tomando las medidas necesarias para la puesta en valor de los mismos.

En segundo lugar, la educación, la continua y correcta enseñanza de nuestros bienes patrimoniales materiales, fiestas y manifestaciones culturales, en todos y cada uno de los niveles educativos, será la única manera de que los futuros habitantes de Andalucía sean corresponsables de su salvaguardia, y esto será posible en la medida de que estén informados al respecto y que entiendan que estas fiestas y tradiciones, por encima de sus valores religiosos y políticos. Para comprenderlas, tenemos que ponernos en la piel de quienes las viven, las sienten y son partícipes de ellas, amén de haberla incorporado a su rutina diaria y modos de vidas. Sin este posicionamiento del Yo en el Otro, de pensar, comprender y actuar como un miembro participante más de la fiesta, difícilmente se podrá llegar a entender nunca las raíces personas y culturales de la fiesta.

El libro Una fiesta, miles de historias. Cultura andaluza con valor educativo. Síntesis histórica, curricular y didáctica (Fleming, 2018), coordinado por el historiador malagueño Antonio Fernández Paradas, pretende ser una herramienta para que el profesorado de educación primaria, ante la necesidad de introducir la cultura andaluza y las fiestas en su día a día, encuentre una herramienta sistematizada, ordenada y adaptada al currículo de Ciencias Sociales en Andalucía. Se recogen veintisiete fiestas y manifestaciones culturales clasificadas en tres grupos: fiestas religiosas, fiestas civiles y patrimonios inmateriales.

Las fiestas analizadas, y de la que se realizan las propuestas didácticas son las siguientes:

 

Fiestas religiosas
Las Tres Monedas al Cristo de Medinaceli, Semana Santa, El Paso de Riogordo, La Ceremonia del Desenclavamiento, Correr la Vega de Antequera, La Falla de San José en Mancha Real (Jaén), El Rocío, El Corpus, La Quema de los Juanillos, San Juan, El Carmen, Asunción de Cantillana, Cascamorras de Baza y Guadix.

Fiestas civiles
Carnaval, Goyesca de Ronda, Matanza Vegetal de Calabazares (Huelva), Feria del Caballo de Jerez, Fiesta de los Carreteros y los Roscos de Olula del Río, Colombinas (Huelva), Moros y Cristianos en Benamaurel, Zújar y Cúllar (Granada), Batalla de Bailén (Jaén), Carreras de Caballos (Cádiz), Patios de Córdoba, Día de Andalucía.

Patrimonios inmateriales
Flamenco; La Zambra y los Verdiales.

 

Los capítulos del libro constan de dos parte interrelacionadas: por un lado, una parte introductoria donde se realizará la contextualización de la manifestación cultural propuesta, evidenciando diversos aspectos históricos, artísticos y culturales; por otro lado, la justificación razonada de la utilización de esta manifestación, en el currículo de Ciencias Sociales de Educación Primaria de Andalucía.

 

 

Fotografías: Juan Antonio García Delgado

 

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