Con motivo de la conmemoración del 50 aniversario del fallecimiento de Victorio Macho, Acción Cultural Española (AC/E), la Real Fundación de Toledo y la Casa de América se unen a la iniciativa del Ayuntamiento de Palencia para homenajear al escultor a través de la muestra Victorio Macho. De Madrid a América.

La exposición ofrece un recorrido por la trayectoria vital y artística del escultor palentino a través de 68 obras entre dibujos, bocetos, maquetas y esculturas. Victorio Macho. De Madrid a América pretende dar a conocer la obra realizada por el escultor en Hispanoamérica entre 1939 y 1952.

La muestra Victorio Macho. De Madrid a América, comisariada por Rafael Martínez, se estructura en tres ámbitos: el primero de carácter biográfico, el segundo centrado en Madrid, especialmente en los monumentos realizados para el Parque del Retiro, y el tercero, el más importante, dedicado a sus obras para diversos lugares del continente americano, como Puerto Rico, Perú, Panamá, Colombia y Venezuela.

Entre las obras más importantes que realizó Victorio Macho para Latinoamérica se encuentran: el monumento a Eugenio María de Hostos en Puerto Rico (1926), dos monumentos a Sebastián Belalcázar en las ciudades colombianas de Cali y Popayán -de este último se expone el boceto-, el monumento a Belisario Porras en Panamá -del que podemos ver los modelos de la Libertad y la Democracia-, el monumento al almirante Grau en Lima -del que se exhibe el modelo de la Victoria alada y un torso con cabeza- y el sepulcro de los Bolívar en Caracas -se expone en la muestra un modelo en yeso patinado-.

Los dibujos Torso de hombre sentado y Torso de hombre que forman parte de los estudios preparatorios de unos de sus mejores monumentos levantados en América, el del general Rafael Uribe en Bogotá, también tienen su espacio en la muestra Victorio Macho. De Madrid a América, así como el boceto del grupo ecuestre del monumento a Bolívar en Caracas, que no se llegó a ejecutar.

Junto a las obras más conocidas de Victorio Macho como los bocetos de la Fuente de Cajal, realizada para el Retiro Madrileño, Mujer del Cántaro o Cabeza de Unamuno, pueden verse otras que fueron robadas y luego recuperadas en Roma, y un retrato de Victorio Macho realizado por la pintora hispano-rusa Maroussia.

En Victorio Macho. De Madrid a América nos aproximamos también al artista a través de obras como el Monumento a Galdós en el parque del Retiro o las cabezas de Gregorio Marañón o Miguel de Unamuno.

La exposición tampoco olvida su producción en el resto de España como el Monumento Funerario a Marcelino Menéndez Pelayo en la Catedral de Santander, el Monumento a Sebastián Elcano de Guetaria o el conocido Cristo del Otero, que levantó en 1927 en su Palencia natal, en realidad un Corazón de Jesús, que bendice a la ciudad desde el cerro, o su último monumento, el que levantó en la Plaza Mayor al escultor Alonso Berruguete, cuya obra fue objeto de gran admiración por Macho.

Formado en el conocimiento de las vanguardias de comienzos del siglo XX, y rodeado de artistas que pertenecieron a ellas, Victorio Macho (1887-1966) rápidamente incorporó su conocimiento de la escultura europea del momento, especialmente de la figuración neocubista, a su trabajo, sin abandonar su formación realista.

A pesar de habérsele considerado un adelantado de la modernidad, apoyado en un gran dominio de la técnica, el escultor palentino Victorio Macho siempre dotó de sentido clasicista toda su obra.

Su admiración por la escultura clásica, que le lleva incluso al uso de pasta vítrea en los ojos, no hace sin embargo de su obra un mimético pastiche, sino que pretende renovarla y actualizarla apartándose de los numerosos "istmos" con los que convivió, a la vez que su concepto de la belleza y la escultura permitieron que sus ideas estéticas se expresaran mejor en los grandes monumentos. En sus retratos se aprecia su capacidad realista a través de la maestría de su dibujo y modelado.

En su casa taller de Toledo, Roca Tarpeya, conservaba dibujos, bocetos, estudios, y réplicas de algunas de sus obras. Muchas de ellas forman parte del Museo de Victorio Macho en Toledo, y en el Centro de Interpretación de su obra en Palencia se conservan también otras, junto a los materiales preparatorios para la realización de las obras palentinas. Parte de toda esta producción puede verse también en la exposición Victorio Macho. De Madrid a América como muestra del proceso creativo del escultor.