PAUL KLEE: MAESTRO DE LA BAUHAUS

17/03/2013


 

 
 
Viento de la Rosa (1922)

 

La exposición, resultado de varios años de trabajo en colaboración con el Zentrum Paul Klee de Berna, se apoya en el que quizá sea uno de los proyectos de investigación sobre el artista más relevante de las últimas décadas: la reciente edición crítica del así llamado "legado pedagógico" de Paul Klee. La muestra permite articular una selección de 137 obras entre pinturas, acuarelas y dibujos, realizados entre los años 1899 y 1940, con casi un centenar de manuscritos seleccionados entre las notas de las clases de Klee en la Bauhaus, que representan cada uno de los 24 capítulos que componen los textos de Klee.

Cuenta, además, con objetos y documentos que van desde fotografías hasta herbarios, pasando por las lecturas del artista, las fuentes de sus reflexiones, sus escritos, sus cuadernos de dibujo y sus publicaciones, un variado material que contextualiza adecuadamente su vida y su trabajo en la Bauhaus de Weimar y Dessau y ayuda a poner de manifiesto las influencias mutuas entre su teoría y su práctica artística a lo largo de toda su vida.

Con el nombre de "legado pedagógico" de Paul Klee se conoce hasta hoy un conjunto de textos tan heteróclito como fascinante: casi 4.000 páginas manuscritas de Klee en las que éste recogió sus reflexiones e investigaciones teórico-prácticas -plagadas de llamativos diagramas, esquemas, tablas, escalas de color, construcciones y dibujos- en torno a la forma pictórica, sus regularidades, sus normas y su génesis; a la geometría, el plano y el volumen; al movimiento, las estructuras de la naturaleza y las de los artificios, las configuraciones plásticas, el ritmo o el color. Se trata, en definitiva, de un conjunto de reflexiones sobre la vida de las formas sin el que no pueden entenderse de manera concluyente ni la teoría del arte ni el propio hacer artístico de Klee, dos ámbitos que -como es obvio en el caso del artista-, se hacen eco mutuamente. Sin embargo, y pesar de la significación y de la importancia de esos escritos, hasta ahora apenas dos exposiciones se habían apoyado explícitamente en ellos para plantear un discurso visual que se ocupara de las relaciones entre la obra y la enseñanza de Klee; sin duda a causa, al menos en parte, de que todo ese riquísimo material, tan rico en sugerencias como difícil de interpretar, se encontraba en un estado poco practicable para la interpretación y el análisis.

La Fundación Juan March, que ya organizó en el año 1981 una de las primeras muestras sobre Paul Klee celebradas en España, ha concebido esta otra exposición Paul Klee: Maestro de la Bauhaus en paralelo al estudio, la transcripción y la edición crítica de ese inmenso legado, una tarea llevada a cabo por Fabienne Eggelhöffer y Marianne Keller -comisarias invitadas de esta muestra-. El resultado de esa investigación es la monumental base de datos www.kleegestaltungslehre.zpk.org en la que desde el pasado mes de agosto de 2012 pueden consultarse libremente todos los manuscritos originales de Klee y sus transcripciones.

Para la organización de la exposición Paul Klee: Maestro de la Bauhaus se ha contado con la colaboración del Zentrum Paul Klee, donde se presentó una primera versión reducida, compuesta por obras de su propia colección, bajo el título Meister Klee! Lehrer am Bauhaus, entre el 31 de julio de 2012 y el 6 de enero de 2013. La muestra que se exhibe ahora en la Fundación Juan March reúne algunas de las obras expuestas en el Zentrum Paul Klee junto a muchas otras de diversa procedencia.

Las obras de Klee están organizadas en secciones según cinco temas -el color, el ritmo, la naturaleza, la construcción y el movimiento-, centrales tanto en su creación artística como en su enseñanza, y que ordenan la mirada en el amplio universo plástico de un artista tan imaginativamente fértil como fue Klee: los fenómenos de la génesis y el crecimiento de la naturaleza le sirvieron de modelo para explicar la configuración y el diseño. Su tesis de que lo esencial no es tanto la forma definitiva de las cosas como más bien el proceso que conduce a ella, su idea de que una forma no "es", sino que deviene, impregna toda su enseñanza y explica su interés por el interior y la generación de las formas. Junto a los fenómenos naturales, Klee estudió también, en el arte y en la teoría, el ritmo, el color, las construcciones geométricas y el movimiento.

Los préstamos de la exposición proceden de la colección del Zentrum Paul Klee de Berna y de muchos otros museos y colecciones de Suiza, Alemania, Francia, Estados Unidos y España. La exposición se acompaña de un catálogo, en edición española e inglesa (con las correspondientes versiones para e-book), con ensayos y textos de Fabienne Eggelhöfer, Marianne Keller y Wolfgang Thoner. La Fundación Juan March edita también, como publicación complementaria, las traducciones al español y al inglés, en ediciones semifacsímiles, de las Beiträge zur Bildnerischen Formlehre ("Aportaciones para una teoría de la forma pictórica [Notas de clase]"), apuntes de Paul Klee para sus clases elaborados entre los años 1921 y 1922 y hasta ahora inéditos en ambas lenguas.

 

 
 
Floración Tropical (1920)

 

Paul Klee desarrolló todas sus investigaciones -por eso sus textos tienen un estilo didáctico-, con una finalidad decididamente pedagógica: esos textos son las "notas de clase" con las que el "Meister Klee" (el "maestro" Klee) preparaba e impartía sus clases en la Bauhaus de Weimar y posteriormente de Dessau, en las que fue docente, junto a Vassily Kandinsky, Lothar Schreyer u Oskar Schlemmer, entre los años 1921 y 1931.

Durante esos diez años Paul Klee preparó sus clases de "Teoría de la forma pictórica" y dejó escritas 3.900 páginas con notas para sus clases, notas que denominó, en su conjunto, "Teoría de la configuración pictórica". Fue en la Bauhaus, con la peculiar y novedosa articulación de la enseñanza teórica y práctica y la ruptura del papel tradicional de las artes aplicadas que caracterizó a esa institución, donde Klee desarrolló sus particulares métodos pedagógicos, con los que quería transmitir a sus estudiantes los principios fundamentales de la configuración de la forma, es decir: de lo que hoy llamamos "diseño". Y aunque no impartía clase a futuros artistas (los alumnos de la Bauhaus eran, en palabras de Klee, "creadores que configuran, trabajadores prácticos") y estaba convencido de que el arte no se podía enseñar, su labor docente se desarrolló, como es lógico, al hilo de una reflexión sobre su propia obra pictórica. Una obra que, desde entonces, ha influido a enteras generaciones de artistas de todo el mundo.

Ese cúmulo gigantesco de anotaciones para la enseñanza no es, por supuesto, una suerte de bocetos de las obras de Klee. Por otra parte, es obvio que la reflexión, la actividad docente y la práctica artística no eran compartimentos estancos para Klee, que ingenió sus teorías y desarrolló su docencia sobre la base de sus ideas acerca del hacer artístico (el suyo). De ahí que su teoría y su práctica artística se rocen de continuo y se hagan eco mutuamente, como cuando, por ejemplo, en sus dibujos de construcciones geométricas se le ve jugando libremente con los mismos procesos de configuración que recogen sus notas.

En definitiva, entre las obras y las notas de Klee hay un "eco" recíproco y, consideradas al unísono, obras y reflexiones forman una especie de "caja de resonancia plástica" de gran riqueza visual e gran interés teórico.

 

 
 
Aparato para el Tratamiento Magnético de las Plantas (1908)

 

Paul Klee: Maestro de la Bauhaus es la segunda exposición que la Fundación Juan March dedica al artista suizo, después de la organizada en 1981, que fue la segunda dedicada a Klee en nuestro país. La muestra, que contaba con la colaboración del hijo del artista, Felix Klee, la Fundación Klee de Berna y la galería Beyeler de Basilea, incluyó un total de 202 obras entre óleos, acuarelas, dibujos y grabados. La primera exposición de Klee en España se había celebrado casi diez años antes, en 1972, en el Palacio de la Virreina en Barcelona y el Museo Español de Arte Contemporáneo de Madrid, con 61 obras procedentes de la colección Nordrheim-Westfalen de Düsseldorf. Desde esas dos muestras pioneras, las exposiciones sobre Paul Klee en España se han sucedido con relativa y feliz frecuencia, hasta sumar siete en las últimas cuatro décadas.

Ante tal sucesión de muestras -una frecuencia muy visible también en las últimas décadas en el contexto internacional- cabe preguntarse lo siguiente: ¿por qué Paul Klee, de nuevo? La pertinencia y la oportunidad de la exposición Paul Klee: Maestro de la Bauhaus quizá pueda explicarse desde la distinción entre una aproximación expositiva "temática" -base de la mayoría de las exposiciones denominadas "temáticas"- y un acercamiento -que no excluye al anterior- que podría llamarse "estructural", fundamentado en la atención primordial a un aspecto "transversal", "operativo", de la obra de un artista, a un rasgo esencial, un factor que afecta a toda su obra y no tanto al cultivo de determinados temas durante determinadas épocas.

Paul Klee: Maestro de la Bauhaus es una exposición de este segundo tipo, resultado de un proyecto que echó a andar en junio del año 2009, cuando la Fundación Juan March tuvo noticia de que el Zentrum Paul Klee -con el que le unían, además de los recuerdos de aquella muestra de los años 80, una serie de colaboraciones más recientes- se proponía comenzar una investigación verdaderamente llamativa en su relevancia: el proyecto de acometer la edición crítica completa del llamado "legado pedagógico" de Paul Klee.

El historiador Will Grohmann escribió en 1954 que "el momento de juzgar de manera concluyente la teoría del arte de Paul Klee llegará cuando se hayan publicado las partes esenciales de su legado pedagógico". Más de medio siglo después, la publicación no sólo de algunas partes esenciales de ese Nachlass, de ese "legado", sino de su totalidad constituía, finalmente, el objetivo de un proyecto de investigación. Y, por eso, era una ocasión más que propicia para preparar una segunda exposición dedicada a Paul Klee, que conjugara la presentación de la fascinante e influyente obra del artista suizo con la atención a un aspecto "estructural", decisivo para entender de un modo nuevo su teoría y su práctica artística.

Estamos, pues, ante un proyecto con carácter de modelo: consiste precisamente en un caso muy claro de ese tipo de "segunda mirada", más argumental que temática, más específica y diferenciada que generalista, que está en la base de la tipología de proyectos expositivos que en otros lugares hemos denominado "exposiciones de tesis", y que aspiran a combinar un mayor conocimiento con el disfrute estético de la obra de un maestro.

Por eso Paul Klee está en Madrid, de nuevo. Y es algo más que una casualidad el que una versión reducida de nuestra muestra se presente en la Bauhaus de Dessau el próximo verano de 2013, regresando así a la que fuera segunda sede de aquella escuela pionera de la educación moderna en la que Klee desarrolló con maestría su influyente actividad docente y sus fascinantes reflexiones sobre la vida de las formas.

 

 

Durante algún tiempo, el joven Klee quiso convertirse en violinista. Y aunque finalmente se decantó por la pintura, una intensa vocación musical le acompañaría durante toda su vida. Hasta tal punto la vertiente musical fue determinante en su mundo creativo que la comprensión de su obra pictórica pasa por atender a esta influencia. Los títulos explícitos de algunos cuadros, la representación de motivos de naturaleza musical o, de forma más sutil, la inspiración en parámetros sonoros como el ritmo o la textura polifónica son, todos ellos, rasgos que hacen patente el trasfondo musical de muchas de sus obras.

Por ello la Fundación organiza un ciclo de cinco conciertos titulado El Universo Musical de Paul Klee (22 de marzo, 3, 10, 17 y 24 de abril a las 19:30 horas) que explora los vínculos extraordinariamente ricos entre pintura y música del universo creativo del artista. Quizá ningún otro artista forjó lazos tan estrechos con la música: "Klee, el pintor violinista" propone enfrentar al oyente a la extraña experiencia de "escuchar" el cuadro Fuga en Rojo mientras "ve" una fuga de Bach. La etapa de Klee en la Bauhaus, la perspectiva de la exposición que acompaña este ciclo, viene representada por la música de Bartók, Hindemith y Busoni, a quienes el pintor llegó a tratar personalmente. La actividad del propio pintor como violinista de cámara es el enfoque de los dos conciertos siguientes, que programan algunas de las composiciones que él mismo interpretó en el estudio de pintura con sus colegas artistas o en casa con su mujer, la pianista Lily. Finalmente, el ciclo culmina con "En el espíritu de Klee", un programa heterogéneo de músicas de cronologías y estéticas muy diversas que dialogan, de forma imaginada, con la obra del pintor. En resumen, una quincena de compositores que condensan la pluralidad de miradas sonoras evocadas por las pinturas de Klee. A modo de apéndice, el programa de mano incluye una extensa bibliografía sobre el papel de la música en la vida y la obra de Paul Klee.

También la Fundación organiza un ciclo de conferencias -sin contar la inaugural a cargo de Fabienne Eggelhöffer, comisaria invitada de la exposición- que lleva por título Klee, un maestro (2 y 4 de abril a las 19:30 horas, entrada libre hasta completar aforo). Aunque nació en Suiza, el itinerario creativo de Paul Klee estuvo influido por la historia de la Alemania donde transcurrió gran parte de su vida: la Bauhaus, la Primera Guerra Mundial, la llegada del nazismo. Este ciclo analizará la época que le tocó vivir y su universo creativo.

 

Del 22 de marzo al 30 de junio de 2013 en la Fundación Juan March (Calle Castelló, nº 77, Madrid)
Horario: lunes a sábado, de 11:00 a 20:00 horas; domingos y festivos, de 10:00 a 14:00 horas.

 

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