PULCHRA MAGISTRI

11/11/2013


 

 

La Fundación La Luz de las Imágenes se encuentra últimando su décima exposición, que se inaugurará el próximo mes de diciembre y que lleva por título Pulchra Magistri. El Esplendor del Maestrazgo en Castellón. Culla, Catí, Benicarló, Vinaròs. 2013-2014. La muestra podrá verse hasta noviembre de 2014.

En esta ocasión La Luz de las Imágenes (La Llum de les Imatges) se ha propuesto dar a conocer el esplendor artístico de un territorio valenciano de especial significación y de particulares características: el Maestrazgo de Castellón (El Maestrat). La mayor parte de los estudios relacionados con las manifestaciones artísticas de la zona se han centrado en la época medieval, sin duda la de máximo esplendor, dejando en un discreto segundo plano el estudio de las obras de arte de otros períodos como la Edad Moderna y Contemporánea.

Uno de los objetivos de esta nueva exposición será aprovechar la muestra para ofrecer por vez primera una visión completa, lo más rigurosa posible, del desarrollo evolutivo del arte de la zona -territorio de frontera que, durante siglos, fue el baluarte norte del antiguo Reino de Valencia, pero que actuó como un filtro, convirtiéndose en una zona de experimentación e intercambios culturales con Aragón y Cataluña- y de sus principales protagonistas; poniendo especial énfasis en aquellas épocas que han sido peor tratadas por la historiografía.

El valor del Maestrazgo de Castellón lo atestiguan la riqueza y orígenes de las más de 300 obras de arte, desde la Antigüedad hasta principios del siglo XX, que han sido recopiladas por los comisarios de la exposición: Víctor Marco García (Valencia, 1976), doctor europeo en Historia del Arte; y Josep Alanyà i Roig (Batea, Terra Alta, 1943), historiador, canónigo de la catedral de Tortosa y archivero del Arxiu Capitular de Tortosa. Del total de obras, más de un centenar (108), han sido recuperadas en el Centro de Conservación de Bienes Muebles de La Luz de las Imágenes procedentes, en su mayoría del Maestrazgo y Els Ports, o relacionados con este territorio, entre pinturas sobre lienzo (23); pinturas sobre tabla (30); pintura sobre bronce (1), esculturas (10), orfebrería (24), tejidos (8) y documentos (12), que han recobrado su esplendor originario. 

En este caso, como en anteriores ediciones, la Fundación La Luz de las Imágenes organizará también una serie de talleres didácticos con actividades multimedia para trasladar al público asistente, mayoritariamente escolares, la gran importancia que tiene cuidar y restaurar el patrimonio.

Además, la Fundación La Luz de las Imágenes se centra en esta nueva campaña en la recuperación del patrimonio de pequeñas y dispersas poblaciones del Maestrazgo y Els Ports: Atzaneta del Maestrat, Benasal, Càlig, Catí, Cinctorres, Culla, Herbés, La Jana, Morella, La Pobla d'Alcolea, Olocau del Rey, La Salzadella, Vallibona, Sant Jordi, San Mateu o Vilafranca, entre otras, verán sus obras emblemáticas, en algunas casos, tesoros artísticos, restauradas por las manos expertas de los técnicos de La Luz de las Imágenes.

 

 

Para los fines de Pulchra Magistri. El Esplendor del Maestrazgo en Castellón. Culla, Catí, Benicarló, Vinaròs. 2013-2014 se han escogido como sedes cuatro poblaciones enclavadas en este territorio: Catí y Culla, situadas en comarca de Alto Maestrazgo; y Benicarló y Vinaròs, en el Bajo Maestrazgo. De este modo, se recupera y difunde el patrimonio cultural de la zona, y a su vez se crea un itinerario histórico-artístico, y flujo de turismo cultural entre las comarcas del norte de la provincia de Castellón: de la costa al interior y del interior a la costa.

Las poblaciones de Culla y Catí actuarán como sedes expositivas en su conjunto y reclamo de turismo de interior, dada su valía histórica, que ahora se recupera y difunde a través de esta actuación patrimonial. Ambas tienen en común su pertenencía desde el siglo XIII a la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón (Orden del Temple), y tras su disolución en 1317 a la Orden de Montesa.

El Consell Valenciá de Cultura declaró en 2003 Bien de Interés Cultural (BIC) al conjunto histórico de Culla, en el que queda encuadrada la Iglesia del Salvador y la Casa abadía, que ahora ha restaurado La Luz de las Imágenes. Culla dispone además de un centro cultural ubicado en el edificio del Antiguo Hospital o Albergue, que data del siglo XVIII. A lo largo de un paseo por su entramado urbano, además de su iglesia parroquial, son de especial relevancia los restos del castillo y la "presò". El proyecto expositivo pretende integrar y difundir todos los atractivos de la población en el itinerario expositivo de la muestra.

El conjunto histórico de Catí también fue declarado BIC, en este caso en 2004. Se trata de una excepcional muestra de asentamiento posterior a la reconquista que conserva intacto su trazado urbanístico medieval e interesantes muestras de arquitectura de esta época, como la Casa de la Villa y la Iglesia de la Asunción. Ambos edificios han sido restaurados por esta institución. En el caso del templo, los restauradores han sacado a la luz unos esgrafiados que estaban tapados por una capa de pintura blanca, y cuyos orígenes se remontan al siglo XVIII (imagen superior). Estas ornamentaciones muestran motivos vegetales y figuras antropomorfas.

El entramado urbano de la población de Catí muestra edificios góticos de carácter señorial que marcan el recorrido por sus calles. Casas de mercaderes como Jerónimo Martí, Matías Roca, Antonio Mateu, Casa Miralles, Casa de los Montserrat y Casa de Joan Espígol entre otros. La Luz de las Imágenes mostrará la belleza de esta población a través del montaje expositivo, una vez finalicen las obras de restauración.

 

 

Respecto a las imponentes arquitecturas del Bajo Maestrazgo, que de nuevo muestran la importancia estratégica de este territorio, han sido recuperadas íntegramente por La Luz de las Imágenes, en una actuación patrimonial única, la Iglesia Arciprestal de Vinaròs, y la Iglesia de San Bartolomé de Benicarló.

La Iglesia Arciprestal de Vinaròs fue construida para cumplir la doble función de iglesia parroquial y de fortaleza con el fin de proteger a la villa de posibles ataques de piratas berberiscos. Fue edificada entre los años 1582 y 1597 por los maestros franceses Joan Triafont y Martí Valganbol y es de planta de nave única, de seis tramos con capillas entre contrafuertes y ábside ochavado. La Fundación La Luz de las Imágenes ha consolidado la imagen exterior de la Arciprestal y ha recuperado la unidad en la nave central y el espacio del deambulatorio de cañones para posibles visitas. La particularidad tipológica de la iglesia como fortaleza caracteriza especialmente el edificio y lo diferencia de la gran mayoría de las iglesias contemporáneas. Es por ello que la intervención ha buscado potenciar este hecho característico.

En el exterior de la Arciprestal se ha consolidado el muro de la fortaleza mediante tratamientos superficiales de los diferentes paramentos, así como de la torre del campanario. Se ha consolidado también la portada barroca con la reposición de faltas y la reconstrucción volumétrica, pulido, etcétera, y se ha sustituido el revestimiento de mortero de cemento por otro de cal que facilita la transpiración del muro. En cuanto al interior, es muy heterogéneo por las diferentes actuaciones realizadas, fundamentalmente en la posguerra del último siglo, las cuales han debilitado la lectura coherente de la nave central, por lo que se ha recuperado la unidad de este espacio mediante una intervención global y actuaciones particulares en las capillas laterales. Asimismo, con el paso del tiempo, cambió la morfología del edificio hasta presentar una epidermis oscura, con recubrimientos en tonos grises y una gruesa capa de suciedad. La Luz de las Imágenes ha eliminado estos recubrimientos y rescatado la decoración original barroca en una intervención (imagen superior) que abarca la nave y seis capillas laterales, y que ha comprendido la consolidación, estucado y reintegración cromática de estas ornamentaciones, así como la eliminación de añadidos que afean las capillas laterales, como algunos retablos de escayola, todo ello para conseguir la unidad decorativa en consonancia con la intervención arquitectónica. Las pinturas de arquitecturas fingidas que han sido rescatadas en tres de las fachadas del templo, formaron parte de la decoración exterior de esta iglesia y ha sido atribuidas al círculo de los Guilló (familia de pintores de Vinaròs que se especializaron en un tipo de pintura de marcado carácter decorativo y pródiga en las representaciones de elementos arquitectónicos fingidos), autores de los frescos de dos capillas laterales.

Respecto a la Iglesia de San Bartolomé de Benicarló, se trata de un templo de una sola nave con capillas entre contrafuertes, comunicadas entre sí, y un crucero que no destaca en planta. La iglesia dispone de tres fachadas. La decoración interior, de carácter barroco, se limita a rosetas en los arcos y algún motivo en rocalla. En las pechinas del crucero y en las capillas laterales hay pinturas al fresco, aunque son de mejor calidad estas últimas. En el exterior, el edificio se cubre a dos aguas, y las cúpulas están recubiertas con teja azul vidriada.

La intervención de La Luz de las Imágenes ha comprendido la limpieza de las fachadas y la consolidación de los sillares y dovelas desplazados por movimientos históricos, la recuperación de los tejados con aristas en blanco de la cúpula central y la reparación de goteras y tejas. En la portada de la capilla de la Comunión se ha recuperado el falso almohadillado y eliminado la bajante vertical que la cercena para desviarla por el interior de la fachada y recuperar el vertido directo a la acera. Además se ha realizado un nuevo proyecto de iluminación monumental. En el interior del templo, en la segunda mitad del siglo XX, se desarrolló una intervención tras la que quedó pintado con tonalidades grises y marrones que aportaron oscuridad y falta de luminosidad. Las catas efectuadas desvelaron que estos colores nada tienen que ver con los que decoraron el templo en su origen. El blanco, por tanto, es protagonista de la intervención efectuada por La Luz de las Imágenes (imagen inferior). Se han restaurado asimismo las pechinas, que estaban repintadas, y el púlpito, que acumulaba una gruesa capa de suciedad y para cuya intervención se realizaron catas que desvelaron sus tonos primigenios.

 

 

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