BRUJAS Y SERES DIABÓLICOS

29/09/2014


 

 

 

La exposición Witches and Wicked Bodies (Brujas y Seres Diabólicos), que puede visitarse desde el pasado jueves en el British Museum de Londres, analiza la representación de las brujas y la brujería en el arte, desde el Renacimiento hasta finales del siglo XIX. Exhibe grabados y dibujos de artistas como Durero, Goya, Delacroix, Burne-Jones y Dante Gabriel Rossetti, junto a vasos griegos clásicos y mayólicas renacentistas.

Los esfuerzos por comprender e interpretar los hechos aparentemente malévolos -para así, de paso, atribuir la culpa de los mismos y obtener confesiones por medio de actos horribles de tortura- han tenido un lugar en la sociedad desde la antigüedad clásica y los tiempos bíblicos.

Hombres, mujeres y niños, todos han sido acusados de hechicería El mago, sabio o practicante de la "magia natural" o de las "ciencias ocultas", ha sido una figura tradicionalmente masculina, pero la mayoría de los acusados y castigados por ejercer la brujería, especialmente desde la Reforma, han sido mujeres. Ellas, no pocas librepensadoras víctimas de la misoginia, se han mostrado casi siempre como brujas monstruosas, seguidas por adoradores del diablo. Representan una inversión de una sociedad bien ordenada y del mundo natural.

El núcleo de la exposición, que está comisariada por Giulia Bartrum y pudo verse entre julio y noviembre del pasado año en la Scottish National Gallery of Modern Art, son los grabados y dibujos sobre el tema de la colección del British Museum, que se exponen junto con unos algunos préstamos del Victoria & Albert Museum, el Ashmolean Museum de Ofxord, la galería de arte Tate Britain y la British Library.

Las brujas vuelan en escobas o montadas en dragones y otras bestias, como vemos en el grabado Bruja montada sobre una Cabra, de Alberto Durero (imagen superior izquierda, 1501), o en Sabbath de las Brujas, de Hans Baldung (imagen superior derecha, 1510). También son recreadas a menudo en cocinas parecidas a siniestras cuevas o cavernas, rodeadas de demonios, haciendo maleficios, o resucitando a los muertos dentro de los llamados "círculos mágicos", como en las obras de Salvator Rosa, Jacques de Gheyn y Jan van der Velde.

 

 

 

El pintor español Francisco de Goya trató el tema de las brujas en el arte dentro de su personal e inimitable estilo. Goya representó a las brujas como mujeres grotescas que realizan actividades horribles sobre animales y niños en unos grabados al aguatinta que, sin embargo, poseen una sorprente belleza. El genio aragonés los utilizó como una forma de satirizar los temas sociales, políticos y religiosos propios de su época (en la imagen superior izquierda, su grabado Mucho hay que chupar, 1799).

Las brujas también se muestran como seductoras hechizantes con la intención de atrapar a sus víctimas masculinas, caso del maravilloso grabado de Circe ejecutado por Giovanni Battista Castiglione. Según narra La Odisea, Circe era la bruja que seducía a los hombres para luego convertirlos en bestias.

Durante el periodo del Romanticismo, una obra de Henry Fuseli, titulada Las Hermanas Brujas de Macbeth, influyó poderosamente a generaciones de amantes del teatro. Asimismo, las ilustraciones del famoso Fausto de Goethe fueron popularizadas por Eugène Delacroix.

A finales del siglo XIX, las viejas brujas horribles con senos distendidos y serpientes a modo de cabellos fueron reemplazadas en su mayoría por sensuales y misteriosamente exóticas sirenas que simbolizaban el "mal femenino", presentes en obras de Edward Burne-Jones, Dante Gabriel Rossetti y Odilon Redon (en la imagen superior derecha, su litografía Serpent-Auréole, 1890).

La exposición Witches and Wicked Bodies (Brujas y Seres Diabólicos), que podrá verse en el British Museum hasta el 11 de enero del próximo año 2015 (Great Russel Street de Londres. Horario: lunes a jueves, de 10:00 a 17:30 horas; viernes, de 10:00 a 20:30 horas; sábados y domingos, de 10:00 a 17:30 horas), también incluye, como hemos apuntado anteriormente, varias vasijas clásicas procedentes de la Antigua Grecia y ejemplos de las mayólicas del Renacimiento para enfatizar la importancia del tema en las artes decorativas.

 

 
 
La Derrota de las Brujas (La Carcasa), grabado de Agostino Veneziano (hacia 1520)

 

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