La restauración del órgano de la Catedral de Solsona sigue los plazos previstos y, a pesar de la pandemia, ya está a punto de finalizar la primera fase. Desde que el 1 de octubre de 2019 se firmase el contrato con el maestro organista Albert Blancafort, de Collbató (Barcelona), la actividad alrededor del órgano no ha parado.

En primer lugar, se procedió al desmontaje de los fuelles, los tubos de madera y los secretos, y su traslado al taller de Blancafort para su reparación. Además, la gran mayoría de sus más de 3.000 tubos también fueron desmontados y almacenados en la Catedral de Solsona (Lleida), pendientes para una tercera fase de restauración. Este desmontaje inutilizaba parcialmente la funcionalidad del instrumento; por este motivo, se dejó operativo el teclado llamado cadireta, para poderlo mantener activo cuando hiciera falta.

Paralelamente, se inició una campaña para patrocinar esta restauración con varias actividades: conciertos, contactos con entidades, empresas y particulares, la iniciativa de apadrinamiento de tubos... Esta es la parte más compleja del proyecto, puesto que el coste total de la actuación es de 671.762,85 euros, y esto representa una cantidad muy elevada para una ciudad y una diócesis pequeñas.

Otro de los aspectos importantes ha sido la redacción de un protocolo que garantizase que, una vez restaurado, el órgano de la Catedral de Solsona fuera un instrumento abierto en el pueblo y que se pudiera hacer uso del mismo en conciertos, actividades docentes, actos laicos, visitas... Este documento, elaborado conjuntamente por el Capítulo Catedralicio de la Catedral de Solsona y la Comissió Orgue Solsona, fue firmado a finales del pasado mes junio y está a disposición pública para poderlo consultar.

Aunque la pandemia ha trastocado los planes, puesto que se han tenido que suspender varios actos previstos dentro de la campaña de financiación, los trabajos de restauración han continuado; es más, en cierto sentido la pandemia ha beneficiado este proyecto, porque a causa del aplazamiento que también ha causado en algunos compromisos que Albert Blancafort tenía pendientes, su taller ha podido centrar las energías en el órgano de Solsona y esto ha hecho avanzar la primera fase.

A día de hoy, los fuelles ya están restaurados y colocados en su lugar, y los secretos y unos cuantos tubos de madera han sido también reparados y siguen almacenados en la catedral.

La segunda fase consistirá en la restauración del mueble del órgano, para la cual ya se ha establecido un presupuesto de 43.000 euros, así como la posibilidad de financiación por parte de la Generalitat de Catalunya.

Respecto a la tercera fase, la más costosa tanto a nivel económico como técnico, comprenderá la rehabilitación de la totalidad de tubos y mecanismos restantes y su colocación, así como el montaje de un pedalero, del cual en estos momentos el órgano no dispone, hecho que lo limita bastante musicalmente hablando.

Los datos de la evolución económica del proyecto son públicos y se pueden consultar actualizados a la entrada de la Catedral de Solsona y a los pies del órgano, así como en la web www.orguesolsona.com. Del coste de la primera fase (173.565 euros) todavía quedan pendientes 35.995,40 euros.

Una nueva iniciativa para financiar el órgano por parte del pueblo la constituye una serie de visitas guiadas por el interior de este gran instrumento, para así descubrir la complejidad y la espectacularidad de sus dimensiones y los secretos que esconde, ver el estado en que se encuentra, admirar los trabajos de restauración ya realizados y disfrutar de su sonido. Las visitas se iniciarán los días 5, 6, 12 y 13 de septiembre, y la información sobre precios, horarios y reservas se puede encontrar en la web Solsona Experience www.solsonaexperience.com, en el teléfono 663 668 184 y en la web del órgano www.orguesolsona.com.

Los responsables de la Catedral de Solsona invitan a visitarlo desde dentro para conocer su grandeza y la importancia de rehabilitar y mantener en condiciones óptimas este magnífico ejemplar de la escuela catalana, el último de los grandes órganos históricos de Cataluña, todavía pendiente de restaurar.

El órgano actual fue construido en 1853 por el barcelonés Gaietà Vilardebó, uno de los mejores organistas del siglo XIX. Es probable que algunos elementos procedan de la época de los Bordons, famosos organistas de Solsona. En 1885 el organista italiano Juan Florenzano procedió a una "romantización" del órgano y añadió el tercer teclado. Desde aquella intervención el órgano no ha tenido actuaciones importantes, salvo la instalación de un nuevo ventilador eléctrico y de trabajos menores de mantenimiento y afinación.

El órgano de la Catedral de Solsona presenta muchas disfunciones e imprecisiones en todos sus elementos, fruto del paso del tiempo y de la carencia de una restauración a fondo. De los grandes órganos históricos de Cataluña es el único que queda por restaurar. Consta de 46 registros y 3.165 tubos.