El pasado 23 de enero tuvo lugar la inauguración de las obras de consolidación y restauración de las pinturas del presbiterio del templo parroquial de Sant Llorenç de Morunys (Solsona, Lleida), antiguo cenobio benedictino. Los trabajos, realizados por los técnicos de la empresa empresa gerundense Conservació De Patrimoni 4restaura, tenían como objetivo principal frenar el deterioro provocado por el paso del tiempo.

Con esta intervención se han restaurado las pinturas barrocas existentes en el presbiterio y también parte de las pinturas románicas del ábside central. Los trabajos han tenido una duración aproximada de tres meses, durante los cuales se ha instalado un andamio de grandes dimensiones, y tanto el retablo central como el de la capilla de la Mare de Déu dels Colls han sido tapados de cara a su protección.

Como les informamos el pasado mes de noviembre de 2021 (ver enlace), con el paso del tiempo las pinturas murales barrocas se habían ennegrecido hasta el punto de no verse los dibujos que tenían originalmente. Siguiendo los criterios de restauración fijados, en las zonas donde había desaparecido la pintura, se ha dejado un color neutro para no hacer un falseamiento histórico.

Las pinturas del presbiterio de la iglesia de Sant Llorenç de Morunys siguen las directrices del periodo barroco. En la parte inferior vemos imágenes de santos, en la central los evangelistas y los doctores de la Iglesia, y en la superior una gloria celestial con otras imágenes de santos. Centra el conjunto una Santísima Trinidad. Los expertos calculan que se habrían pintado entre finales del siglo XVIII y principios del XIX.

Los trabajos han costado casi 45.700 euros. De ellos, un total de 22.000 han sido aportados por dos subvenciones de la Generalitat de Catalunya, mientras que el resto del coste ha sido aportado a partes iguales por la Parroquia de Sant Llorenç de Morunys, el Obispado de Solsona y el Ayuntamiento de Sant Llorenç de Morunys.

El interior del edificio conserva, además, una magnífica colección de retablos, destacando el mencionado retablo de la Mare de Déu dels Colls, considerada la última gran creación del barroco catalán. Dicho retablo (detalle en la imagen inferior) fue ejecutado por el escultor Josep Pujol (1734-1809), el cual para hacer esta magna obra, iniciada en 1773 y acabada en 1784, pasó a residir en Sant Llorenç donde murió.