RESTAURADA EN VENECIA LA GRAN CRUCIFIXIÓN, LA OBRA MAESTRA DE TINTORETTO

19/04/2025


 

 

La Scuola Grande di San Rocco (Venecia) y Save Venice presentan la finalización de la restauración de la monumental Crucifixión de Jacopo Tintoretto en la Sala dell'Albergo de la Scuola. El proyecto, de dos años de duración y financiado por Save Venice con 672.000 euros, ha sido posible gracias al generoso apoyo de Arnold M. Bernstein.

La restauración se llevó a cabo "in situ" en la Scuola, mientras que la pintura permaneció parcialmente visible a través del andamiaje de la obra. Responsables de la Soprintendenza Archeologia, Belle Arti e Paesaggio per il Comune di Venezia e la Laguna supervisaron la obra, mientras que los restauradores de la empresa CBC Conservazione Beni Culturali, bajo la dirección de Caterina Barnaba, llevaron a cabo las investigaciones diagnósticas no invasivas.

Se realizó una campaña de diagnóstico no invasiva mediante fluorescencia LED UV y reflectografía infrarroja (IR) para evaluar el estado de la pintura y estudiar la técnica de Tintoretto. Estos resultados guiaron a los conservadores en su trabajo para abordar diversos problemas, comenzando por los residuos superficiales no originales que distorsionaban los colores y la profundidad de la pintura.

La fase de limpieza eliminó el barniz espeso y amarillento, los residuos de cola y el polvo compactado, así como los retoques alterados de tratamientos anteriores. Durante la fase de integración pictórica, se rellenaron pequeñas pérdidas con yeso boloñés y cola de conejo, y luego se reintegraron con colores de conservación, veladuras y barnices. Se aplicó un barniz protector en aerosol como paso final de la conservación.

 

 
 

 

Cada fase de la conservación, que duró de marzo de 2023 a marzo de 2025, se ha documentado meticulosamente con fotografías y vídeos de alta resolución.

La restauración de la gran Crucifixión de Jacopo Tintoretto se erige como una de las intervenciones artísticas más significativas en Venecia en los últimos años. La impresionante escenografía representa no solo la síntesis de una cultura y un estilo, el Renacimiento, sino también el manifiesto de una civilización en su apogeo. También representa una experiencia única de las técnicas más avanzadas de reconocimiento y recuperación no invasivas, respetuosas con el original, que previamente había quedado oculto por alteraciones y, a menudo, repintados de forma torpe.

La restauración de una de las obras maestras, si no la cumbre absoluta, de Tintoretto, no solo permitió que la pintura recuperara un equilibrio cromático adecuado y una gran profundidad de perspectiva, sino que también reveló nuevos elementos esenciales para comprender el método de trabajo del maestro. El descubrimiento de un complejo sistema de cuadrículas, dibujadas al carboncillo y que se extienden por toda la superficie de la pintura para transferir las figuras de los bocetos preparatorios al lienzo, desmiente hoy la afirmación de Giorgio Vasari, quien afirmó que Tintoretto trabajaba de forma aleatoria y sin dibujo (diseño), como si intentara demostrar que el arte era solo una broma.

El proyecto también incluyó la restauración de la superficie de apoyo y los paneles decorativos de cuero del banco, o escritorio, bajo la Crucifixión, alrededor del cual se reunía el consejo directivo de la Scuola.

 

 
 

 

Datada en 1565 y orgullosamente firmada por el pintor veneciano en la cartela inferior izquierda, la gran Crucifixión bien podría representar la obra maestra definitiva de Tintoretto, así como uno de los mayores logros de la pintura veneciana. Fue la primera pintura creada para las paredes de la Sala dell'Albergo de la Scuola Grande di San Rocco, y se ubicó en un lugar de absoluta prominencia: justo enfrente de la entrada, sobre el mostrador donde los miembros directivos de la Scuola celebraban sus reuniones.

La Crucifixión de Tintoretto, culminante del ciclo de la Pasión, por la que Tintoretto recibió 250 ducados el 9 de marzo de 1566, obtuvo rápidamente una extraordinaria aclamación entre sus contemporáneos. Su fama está atestiguada no solo por fuentes escritas, sino también por numerosos grabados, el más antiguo y famoso de los cuales fue realizado por Agostino Carracci en 1582. Posteriormente, la pintura cautivó a importantes figuras del arte europeo del siglo XVII, desde Rubens hasta Van Dyck, quien la estudió con gran admiración.

Para preparar la obra, Tintoretto realizó dibujos preparatorios para cada figura, e incluso trazó directamente sobre el lienzo un trazo compositivo de notable detalle. La organización de la escena y la representación de sus personajes revelan la excepcional destreza del artista, desde las figuras en primer plano, delineadas plásticamente, hasta las figuras del fondo y los rostros de los protagonistas, tan distintivos que parecen verdaderos retratos.

En el centro de la composición se encuentra Cristo en la cruz, irradiando un rayo de luz que simboliza su triunfo sobre la oscuridad y la promesa de la resurrección. Este poderoso punto focal ancla la compleja escena, que Tintoretto orquesta con un extraordinario dominio de la luz, el color y el drama narrativo, sumergiendo al espectador en una experiencia espiritual profundamente conmovedora.

 

 
 

 

Fotos: Matteo De Fina

 

Volver          Principal

www.lahornacina.com