La restauración ha sido efectuada a una imagen de la Virgen Dolorosa perteneciente a la Parroquia de Nuestra Señora de la Purificación del municipio onubense de Manzanilla, una obra sevillana del año 1946, labrada en madera de ciprés, que dejó de recibir culto hace 25 años dado su mal estado de conservación.

La talla tiene la advocación de Nuestra Señora de los Dolores, aunque también es conocida por Nuestra Señora de la Soledad por heredar el patrimonio de una imagen con dicha advocación destruida en 1936. Presenta la particularidad de ser la única Dolorosa de vestir con las manos unidas en la zona del Condado de Huelva.

Entre las problemáticas con las que contaba la imagen eran las numerosas grietas que tenía, destacando la que ponía en relieve la apertura del ensamble de la mascarilla. Estas fisuras, además, se marcaban desde hace años puesto que, bajo los repintes más superficiales que recubrían las carnaciones en esa zona, han aparecido estucos de anteriores intervenciones aplicados con la intención de enmascarar dichas alteraciones.

En el caso de la policromía de la encarnadura, presentaba en general una gran pérdida por graves problemas de repolicromía sobre toda la imagen, que enmascaraban casi en su totalidad la policromía original.

Por otro lado, el sistema de articulación de los brazos había perdido totalmente su funcionalidad. Asimismo, el estado del candelero era muy deficiente, mostrando holguras e inestabilidad.

El tratamiento llevado a cabo para esta intervención ha consistido, resumidamente, en afianzar los ensambles, sustituir el candelero y el torso por unos nuevos en madera de cedro, que cuentan con las proposiciones adecuadas y conservan la inclinación original, y nuevos brazos articulados en hombros, codos y muñecas.

La policromía fue sometida a la luz ultravioleta (imagen superior), para revelar las zonas que contaban con más repintes, las cuales se centraban en la zona del rostro, cuello y escote. Por tanto, en el área de las carnaciones la limpieza se centró en la eliminación de repintes comenzó mediante una mezcla de alcohol etílico y white spirit en una proporción al 50%; sin embargo, dada la dificultad que ello conllevaba a la hora de eliminar repintes y sobreestucados, se continuó retirando los restos de repolicromía mecánicamente con bisturí.

La reintegración polícroma se efectuó siguiendo el tono establecido en las escasas lagunas que se conservaban de la policromía original.

Por último, se aplicó una capa de protección de la superficie de color, se adhirieron unas nuevas lágrimas de vidrio y unas pestañas superiores confeccionadas con pelo natural, de color adecuado al cromatismo de las cejas de la imagen y de un espesor y largo adecuado a la morfología de los párpados.

En líneas generales, los procesos llevados a cabo para conseguir las metas propuestas en la restauración e intervención de este bien cultural de la provincia de Huelva han dado un resultado muy satisfactorio. Todos los procesos han sido profundamente meditados y valorados bajo una perspectiva de respeto y valor devocional.

La imagen de Nuestra Señora de los Dolores fue repuesta al culto el pasado 23 de septiembre. Al término de una misa de acción de gracias por su regreso al templo parroquial, fue expuesta en devoto besamanos, contando con una gran expectación de público de Manzanilla y alrededores que se acercaban a conocerla.