RESTAURACIÓN DEL IAPH PARA LA PUEBLA DE LOS INFANTES (SEVILLA)

08/08/2019


 

 

Las referencias historiográficas sobre la imagen de la Virgen de las Huertas, patrona del municipio sevillano de La Puebla de los Infantes, son escasas. Las más antiguas, del siglo XVIII, aluden a una leyenda que explica que el origen de su advocación proviene de una antigua huerta que existía en la plaza de la villa en la cual se encontró la imagen durante la reconquista cristiana en época Fernando III.

Posteriormente, a partir del siglo XX, las escuetas referencias y estudios sobre ella han centrado su interés en su filiación artística, situando su cronología en el siglo XVI y destacando su valor artístico.

Desde principios del siglo XVIII está documentada su ubicación en el altar mayor de la iglesia de Nuestra Señora de las Huertas. En la segunda mitad del siglo XVIII tuvo una intervención que supuso una importante transformación en la escultura ya que se adaptó a la nueva estética de la iglesia parroquial tras las reformas que modificaron el antiguo edificio mudéjar configurando el aspecto neoclásico del templo.

En el siglo XX se realizaron otras intervenciones en la imagen, siendo la de mayor envergadura la realizada por Francisco Ruiz Rodríguez, maestro dorador, que reparó los daños ocasionados durante la Guerra Civil. Posteriormente, están documentadas otras intervenciones realizadas en 1948 por Manuel Cerquera Becerra y en 1978 por Francisco Peláez del Espino, que intervino de forma general en la escultura.

La intervención en la imagen de Nuestra Señora de las Huertas en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) ha supuesto un importante avance en su conocimiento y valoración patrimonial. El motivo que originó el estudio e intervención en la imagen de la Virgen de las Huertas por el IAPH era el evidente deterioro material y estético que presentaba la obra.

El origen de los deterioros lo encontramos en el envejecimiento natural de los materiales y en las operaciones de manipulación y uso derivadas del carácter devocional y cultual que posee. Todo ello advertía de la necesidad de acometer la intervención de conservación y restauración y adoptar soluciones para su perdurabilidad en el tiempo en las mejores condiciones posibles.

El objetivo primordial ha sido estabilizar las alteraciones que mostraba la escultura, atendiendo su funcionalidad y la especificidad de su tipología, con la finalidad de alcanzar el equilibrio entre su conservación material y la de sus valores culturales.

Los tratamientos aplicados en el taller de escultura del IAPH han consistido en la consolidación material, tanto del soporte como de la policromía, con operaciones tales como la fijación de los estratos polícromos, el sellado de fisuras o la reintegración del soporte. Se han eliminado los barnices oxidados y las aplicaciones parciales de color que estaban alteradas y cubrían la policromía de la obra.

Por último, Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) ha considerado el carácter devocional de la imagen a la hora de establecer el criterio de reintegración de las lagunas de estratos polícromos, siempre con la finalidad de dar unidad a la obra sin aportar reposiciones cromáticas innecesarias.

 

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