NUEVA OBRA DE FRANCISCO MALO GUERRERO

03/02/2019


 

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Esta nueva obra de Malo Guerrero lleva por título "Niño Jesús Molinero" y ha sido realizada para Valdepeñas de Jaén, concretamente para el denominado Molino Alto de Santa Ana, un molino harinero de dos piedras que comenzó a funcionar en 1540, alimentado por las aguas del río Vadillo, y ha sido durante muchos años el único molino en funcionamiento de dicha localidad giennense. A día de hoy el molino ha sido restaurado por la asociación cultural que lleva su nombre, por lo que los visitantes lo pueden ver en funcionamiento, además de disfrutar en su visita del museo etnográfico que se encuentra en el propio molino.

Bendecida en la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol del referido municipio, la obra es una alegoría que representa a Jesús Niño con los atributos y estigmas de la Pasión. Con ella Malo Guerrero ha querido responder a un deseo de Serafín Parra Delgado, propietario del Molino Museo de Santa Ana, de contar entre sus fondos artísticos con una obra que vinculara la tradición artística cristiana con la molinería. El resultado ha sido una espléndida creación que toma de la tradición literaria el concepto del Molino Eucarístico. El trigo, fruto único del pan eucarístico, y Cristo como Redentor triturado en su Pasión por los pecados del mundo.

En el evangelio de Juan (Jn 12, 24) encontramos también las fuentes iconográficas al mencionar al Maestro como el verdadero pan que viene del cielo. Jesús es un grano de trigo que cae en tierra para morir y ser sepultado. El trigo, por tanto, representa a Cristo encarnado. Cristo es Dios encarnado como hombre para caer en tierra, morir y ser sepultado. Tanto el trigo como las uvas tienen que ser triturados para obtener el pan y el fruto de la vid, al igual que Cristo tuvo que ser herido, molido y crucificado para traer un pacto de vida eterna.

La escultura de Malo Guerrero es de madera de cedro, estucada y policromada, de un metro aproximado de altura. Con una peana de once ángeles portantes, sujetando dos de ellos sobre sus propios cuerpos la imagen del pequeño Jesús, que señala el corazón espinado que brota sobre su pecho y porta victorioso la cruz del sacrificio, arbórea y con nudos dorados. Cada uno de los angelitos, sobrevolando en complicados escorzos, lleva objetos relacionados con el molino; entre ellos, la rangua, el gorrón, las espigas del trigo y la muela o piedra de moler, labrada por el artista en piedra, demostrando así sus dotes para la cantería. Las potencias de la imagen, diseño propio de Malo Guerrero, han sido ejecutadas por el orfebre cordobés Emilio León.

La tradición literaria española tiene también entre sus argumentos literarios y religiosos al trigo, a la Eucaristía y a Jesús. El poeta y dramaturgo Lope de Vega, en la comedia "El Molino" lo expresó de la siguiente forma: "Y es molinero el Amor; que también dentro del pecho un molino tiene hecho para moler mi dolor. La piedra del pensamiento con el agua de mis ojos, moliendo trigo de enojos, hace harina de tormento. De aquesta se cuece el pan del dolor que me sustenta; que cuando más me alimenta es cuando menos me dan".

 

Nota de La Hornacina: acceso a la galería fotográfica de la obra a través del icono que encabeza la noticia.

 

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