LA GRANADA ZIRÍ Y EL UNIVERSO BEREBER

03/12/2019


 

 

La exposición La Granada Zirí y el universo bereber se celebrará en el Palacio de Carlos V de la Alhambra de Granada del 5 de diciembre de 2019 al 21 de abril de 2020. Con esta muestra se pretende dar a conocer el pueblo bereber y su profunda influencia en la Península Ibérica, especialmente a través de la dinastía Zirí.

La exposición tendrá como sede la Capilla y Cripta del palacio de Carlos V y el Bañuelo, uno de los baños árabes públicos más antiguos y mejor conservados de España, construido en el siglo XI, en época de la taifa zirí. Los ziríes fueron una dinastía bereber originaria de la Cabilia, una región montañosa de Argelia.

Para hablar de la llegada de los ziríes primero tendremos que hablar del contexto histórico en el que  nos moveremos, este es el de la fitna, el de la guerra civil en el seno de la comunidad islámica, las luchas por el califato y la posterior abolición del mismo en noviembre del 1031 que desemboca en la constitución de más de una treintena de reinos en al-Andalus, conocidos como: reinos de taifas. Nos hallamos asimismo ante un siglo clave en el que se da el gran viraje, el cambio en el equilibrio de fuerzas entre el Islam y la Cristiandad.

En este contexto, llegan a la península los ziríes, una dinastía bereber originaria de la Cabilia, una región montañosa de Argelia, que desde el siglo X gobernaron la región de Ifríqiya, primero como vasallos de los fatimíes y, a partir de 1048 y hasta 1163, como emires independientes. 

Una rama de los ziríes, encabezada por Zāwī ibn Zīrī, se trasladó a al-Ándalus para servir como mercenarios a las órdenes de Almanzor y, en el año 1013, fundaría la Taifa de Granada, un reino independiente musulmán que surgió en al-Ándalus a raíz de la desintegración del Califato de Córdoba. El origen del urbanismo de la Granada histórica se encuentra en esta etapa.

Hemos de subrayar que la rama de Zāwī ibn Zīrī se asientan en Madinat Ilbira (Medina Elvira, en los actuales términos municipales granadinos de Atarfe y Pinos Puente) en primer lugar, para poco después trasladarse a Granada, a la colina del Albaicín, junto con la población elvirense, fundando una nueva medina (1013).

Tras la marcha a África de Zāwī ibn Zīrī, será su sobrino Habūs, segundo rey de la taifa, quien organice el reino granadino. Habus moriría en 1038, sucediéndole su hijo Bādis, el soberano más famoso de la dinastía, y a éste su nieto Abd Allāh, el autor de las famosas "Memorias" en las que con gran lujo de detalles nos relata la historia política del reino zirí, hasta que fue depuesto por los almorávides.

El asentamiento de estos ziríes se produce como fruto de un acuerdo con la población autóctona, como se puede concluir a través del análisis de los hechos y de la lectura de las Memorias del sultán Abd Allāh. Con este pacto, de una parte los elvirenses, como pueblo desmilitarizado, obtienen un protector en tiempos de gran inseguridad como la fitna; y de otro, los ziríes, consiguen el gobierno, el cobro de tributos y la fidelidad de súbditos (baya).

Desde el momento en que los nuevos pobladores toman posesión de la colina del Albaicín, se inicia también la expansión de la ciudad hacia el llano, donde acabará por asentarse el centro religioso -la mezquita aljama- y a su alrededor el centro comercial -el zoco-. Las sucesivas líneas de muralla, que van configurando barrios casi autónomos, marcan este desarrollo. La primera ampliación se produce hacia el suroeste, configurando el llamado barrio del Zenete, y hacia el este, el barrio de Axares.

Los elementos urbanos que definen a la Granada del siglo XI, algunos de los cuales perduran, son la alcazaba Qadima, la mezquita aljama, el alminar de San José, el Bañuelo, el puente de los Tableros y la muralla zirí, de la que quedan puertas, lienzos y restos de torreones: Puerta de las Pesas, Puerta Monaita, Puerta de Elvira...

La exposición La Granada Zirí y el universo bereber está organizada por la Fundación Pública Andaluza "El Legado Andalusí". Las labores de comisariado corren a cargo de Antonio Malpica Cuello, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Granada.

El Museo de Burgos presta la arqueta de marfiles de Santo Domingo de Silos (imagen superior) para esta exposición. La arqueta prestada es una de las joyas del museo y sintetiza lo mejor de las artes decorativas de la Edad Media hispana. En ella se une el marfil tallado islámico con los ejemplos más antiguos conocidos de los esmaltes del Monasterio de Santo Domingo de Silos. La pieza está formada por placas de marfil talladas por el artista Muhammad ibn Zayan en el año 1026, que representan motivos figurativos de animales y cacería, muy escasos en el arte islámico. En el siglo XII llegó al Monasterio de Silos, en cuyo taller se le añadieron varias piezas esmaltadas que representan a Santo Domingo y al Cordero de Dios, para emplearla como relicario.

 

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