Se trata de una efigie dolorosa de la Virgen María, de tamaño natural para vestir (mide 169 cm de altura), realizada en madera de cedro y policromada al óleo. Ha sido labrada por el escultor e imaginero sevillano para ser la nueva titular de la Hermandad de la Soledad de la ciudad panameña de Chitré, cuya sede canónina se halla en la Catedral de San Juan Bautista. Procesionará bajo palio el próximo Viernes Santo.

La talla responde al modelo clásico andaluz de candelero, dispuesto con clara frontalidad, la mirada perdida, lágrimas de cristal en sus mejillas, manos extendidas sobre el pecho y la cabeza ligeramente inclinada; mostrando una especial influencia del neobarroco desarrollado en la capital hispalense a partir del pasado siglo, cuando se unen más que nunca en este tipo de obras la dulzura de la idealización y el dolor contenido.