El retablo del martirio de San Sebastián, una obra en exposición permanente en el Museu d'Art de Girona, proviene de la capilla del antiguo Hospital de Santa Catalina, y pertenece al Fondo de Arte de la Diputación de Girona. Josep Tramulles, uno de los escultores más destacados del barroco catalán, recibió el encargo de realizar un exvoto de la ciudad de Girona a San Sebastián, por la epidemia de peste del año 1650.

La Diputación de Girona ha financiado las campañas de restauración y conservación de la obra, iniciadas el pasado año 2017. La intervención, ahora finalizada y que se presenta al público el próximo 20 de octubre a las 11:30 horas, en la Sala 12 del Museu (Pujada de la Catedral, 12), ha permitido recuperar la práctica totalidad de la policromía original del retablo, realizado entre los años 1652 y 1654.

La presentación del retablo restaurado tendrá lugar a través de una visita comentada a cargo de Isabel Juan, historiadora del arte, y del equipo de restauración, formado por Laia Roca y Esther Horno. El acto, que será gratuito, finalizará con un vermut en los jardines del museo.

El retablo fue encargado por los cónsules de la villa en agradecimiento a San Sebastián por haberlos liberado de la peste. No fue colocado en la capilla del Hospital de Santa Catalina hasta 1679.

El retablo debía tener tres cuerpos: el pedestal con los escudos de la ciudad, el gran altorrelieve del martirio y un tercer cuerpo como remate. Pero Tramulles solo acabó el altorrelieve, que representa los momentos previos del martirio del santo, cuando los sicarios del emperador Diocleciano lo atan al árbol desde donde recibirá el castigo de ser asaeteado. Al instalarlo en el hospital, se contó con la intervención de otro escultor de renombre, Anton Barnoa, el cual acabó de darle la forma final al retablo, que desgraciadamente no se ha conservado.

Josep Tramulles, uno de los escultores más reputados de la retablística catalana de los años centrales del siglo XVII, fue miembro de una dinastía de escultores. Además del altorrelieve de San Sebastián, fue autor de las trazas del retablo, ya que, además de escultor, ejerció de pintor, grabador y proyectista. Otras obras de Tramulles son el retablo de Santa Coloma de Queralt (1635), el retablo de Santa Maria de la Geltrú (1645-1655), el retablo del Roser de Santo Cebrià de Tiana (1645-1655) y el retablo de Santes Creus (1647-1651).