El municipio de Torroella de Montgrí (Girona) acoge desde mañana la primera muestra sobre cerámica heráldica que se organiza en España con piezas procedentes de la Fundació Mascort y del Museu de Ceràmica de Barcelona. La exposición consta de doscientos objetos de los siglos XIV al XVII que muestran emblemas de la realeza y nobleza, pero también del ámbito eclesiástico y civiles.

La heráldica ya contó con una muestra en España, celebrada en 1945 en la Biblioteca Nacional de Madrid, pero la de Torroella de Montgrí, que podrá verse hasta el 13 de octubre del año 2013, es la primera que vincula exclusivamente el tema a la cerámica. Desde su nacimiento en el siglo XII, la heráldica ha sido usada por todos los estratos sociales en Europa. Siguiendo unas reglas fijadas de combinación, los escudos de armas cumplen una triple función: signo de identidad, marca de encargo o posesión, y elemento ornamental.

Las piezas provienen de diferentes países y algunas cuentan con leyendas, como la que procede del palacio Marqués de Dos Aguas de la familia Perellós de Valencia, una reproducción del rostro de la Reina Joana de Nápoles. Ramón de Perellós fue enviado a Italia para convencer a esta noble para que desposara a un Príncipe de Aragón, combatió en un torneo con su reproducción en el yelmo y, aunque fracasó en su cometido, fue premiado con la imagen para convertirla en su escudo de armas.

El acuerdo entre la Fundació Mascort y el Museu de Ceràmica de Barcelona ha permitido también que se reúnan las losas del castillo de Vulpellac (Girona), encargadas en el siglo XVI por Miquel Sariera. La leyenda asegura en este caso que Sariera, tras conocer que su esposa le había sido infiel, ordenó empalarla, pero más tarde descubrió que la información recibida era incorrecta, por lo que ordenó instalar como penitencia las losas, algunas de ellas con frases en latín en las que reconoce que él era el pecador.

La exposición Ceràmica Heràldica de la Col·lecció Mascort i del Museu de Ceràmica de Barcelona, que tendrá lugar en la Casa Galibern, sede de la Fundació Mascort, reúne también cerámicas heráldicas de la familia Borgia (cuatro azulejos con el escudo familiar procedentes del Palacio Ducal del municipio valenciano de Gandía), de un bastardo de la casa real de Francia o escudos de diferentes papas. Son creaciones emblemáticas y únicas, como las del resto de la muestra, creadas especialmente para una personalidad, pensadas para un lugar histórico determinado; son piezas que no existen iguales en otras colecciones o museos.

Entre los escudos gremiales figura el de cardadores de lana de Valencia, ha subrayado Ramon Mascort, presidente de la Fundació Mascort, quien ha destacado "los años de sufrimiento" para reunir todas las obras, como sucede con una procedente de un barco que participó en la famosa Batalla de Lepanto y que se encontró en una masía de la comarca catalana del Solsonés. Se completa la muestra con diversidad de piezas artísticas que ejemplifican el amplio abanico de aplicaciones que abraza la heráldica, además de la cerámica.