Esta mañana ha tenido lugar en el Museu d'Art de Girona la presentación del resultado de la restauración de la obra Calvario con santos y comitentes, un tríptico de la escuela flamenca del siglo XVI. En el acto ha participado la restauradora Laia Roca, que ha comentado los procesos y resultados del proceso de conservación y restauración llevado a cabo en una tabla que forma parte de los fondos fundacionales del Museu d'Art de Girona aportados por la Diputación de Girona. Actualmente no está expuesta en las salas permanentes.

Los trabajos se han llevado a cabo al taller de restauración del Museu d'Art de Girona y han contado con la pericia de un equipo técnico formado por Elena Boix, responsable del área de restauración del museo, y Laia Roca, técnica en conservación y restauración. Los visitantes del museo han podido seguir el proceso en directo, dado que las puertas del taller han estado abiertas durante los trabajos de restauración, hecho que ha permitido el diálogo y la interacción con el público que ha tenido interés en acercarse.

Esta restauración se ha realizado gracias a la ayuda de la Diputación de Girona, en el marco del programa anual de apoyo a la protección, conservación y difusión del patrimonio cultural de las comarcas de Girona.

Las primeras noticias de la obra, una pintura al óleo sobre tabla, de autor desconocido y fechada en el primer tercio del siglo XVI, indican que se encontraba a la capilla de San Jaime del Hospital de San Lázaro de Girona, en el barrio de Pedret. Esta institución pasó a depender del Hospital de Santa Catalina, y por eso la pieza consta en un inventario del mismo de 1623. Tenemos que entender esta obra como una más de las numerosas piezas que llegaban a Cataluña por la vía comercial proveniente de los Países Bajos. Los trípticos servían de pequeños oratorios o retablos portátiles. Los viajeros se los llevaban para que los sacerdotes pudieran celebrar misa. La obra presidió durante muchos años el despacho del presidente de la Diputación de Girona cuando estaba ubicado en el antiguo convento de los carmelitas calzados, desamortizado en 1835.

Este tríptico está formado por tres escenas. En la central se representa la Piedad, con San Francisco de Asís a la izquierda vestido con el hábito franciscano y mostrando los estigmas, y la Magdalena a la derecha, con un frasco de perfumes. También aparecen, a ambos lados de María, Nicodemo y José de Arimatea, vistiendo la moda de la época y sosteniendo los "Arma Christi": clavos y corona de espinas. Al fondo aparece Jerusalén y el monte Calvario con los dos ladrones crucificados, vigilado por dos soldados y del que se alejan dos mujeres.

En la tabla de la izquierda se representa a San Cristóbal cruzando el río con Jesús sobre el hombro, con San Antonio Abad en segundo plano a la derecha. Por otro lado, en la tabla de la derecha aparece el arcángel San Miguel con una armadura, venciendo el diablo. La presencia de los santos Cristóbal y Miguel en las tablas laterales viene condicionada por la relación de la obra con la salud, puesto que el primero era venerado para evitar la muerte repentina y el segundo para vencer el mal.

El primer paso antes de toda intervención es un estudio técnico desde el punto de vista artístico, histórico y matérico. En esta ocasión se ha contado con la colaboración de los técnicos del Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña (CRBMC), un equipo multidisciplinario formado por conservadores-restauradores, fotógrafos, químicos e historiadores. La información recogida ha permitido elaborar una propuesta de actuación consensuada con todo el equipo de trabajo. El estudio partió de la observación directa de la pieza y de la realización de fotografías del estado inicial en que se encontraba. Durante este examen se detectó la inscripción "Restaurado per A. Planella. 1884". Se trata del artista Alexandre Planella (hacia 1830-1900) quien diversificó su carrera en diferentes direcciones, una de ellas la restauración de obras de arte. De hecho, fue el encargado de hacer la mediática restauración del cuadro "La batalla de Tetuán" (1875) de Mariano Fortuny.

El segundo paso fue el estudio físico de la obra, su observación a través de la iluminación con luz ultravioleta gracias a la colaboración del CRBMC. Estas imágenes permitieron observar la superficie y comprobar si había sido barnizada y si tenía repintes posteriores a la creación del tríptico. Así, se pudo comprobar que la mitad izquierda del tríptico estaba cubierta de un barniz muy amarillento y oscuro por la suciedad.

El tercer paso fue la observación detenida de la obra a través de la iluminación con luz infrarroja digital, lo que ayudó a ver lo que hay inmediatamente debajo de la pintura, normalmente el dibujo preparatorio realizado por el pintor. En este caso, se comprobó que inicialmente el anónimo autor planteó algunos personajes con una posición diferente a la que finalmente hizo en la pintura. Por ejemplo, la cara de la Magdalena en principio tenía que ir ligeramente más a la izquierda y con otra inclinación, por eso se observan una nariz y una boca con un tono más sutil y más desplazados hacia dicho lado. También se pudo observar una gran cantidad de líneas con las que el pintor marcaba los relieves y las zonas que posteriormente irían sombreadas.

El cuarto paso fue el estudio físico y químico de la obra. Para concluir este exhaustivo estudio, el técnico del laboratorio del CRBMC extrajo pequeñas muestras de pigmentos, barniz y madera que fueron analizadas con diferentes técnicas, lo que permitió conocer mejor los materiales y la técnica de la obra. También se pudo observar la superficie de la pintura con la ayuda del microscopio digital, percibir las características de cada color y, incluso, distinguir si había zonas pintadas con una técnica antigua, en la cual los colores eran fabricados a mano, o si al contrario, había zonas pintadas con pinturas preparadas industrialmente.