Desde el pasado mes de abril se encuentra en el taller de restauración de la empresa GESTIONARTE S.L.U. una pintura sobre tabla titulada La Resurrección, perteneciente a la rica colección pictórica que atesora la Real Parroquia de Santa Ana, del barrio sevillano de Triana.

Se trata de una magnífica obra firmada por el pintor rondeño Alonso Vázquez (1564-1608) y fechada en el año 1590, que pudiera haber pertenecido a un desaparecido retablo junto con las pinturas de San Cristóbal y San Martín, igualmente conservadas en el templo trianero pero que, como en el caso que nos ocupa, hoy se encuentran desmembradas y expuestas de forma independiente. Precisamente por este motivo, presenta un marco dorado no original que fue ejecutado en el año 1820, tal y como indica una inscripción aparecida hace pocos días en el transcurso de los trabajos (imagen inferior).

El deficiente estado de conservación que presentaba, así como la importancia dentro del ciclo pictórico del templo, ha motivado su intervención, que está siendo sufragada con las aportaciones voluntarias de feligreses y los ingresos generados por la visita turística. Está previsto que la restauración culmine a finales de julio, coincidiendo con los actos y cultos de la celebración de festividad de la santa titular y su famosa "Velá".

La obra en cuestión es una pintura al óleo, realizada por Alonso Vázquez sobre soporte de madera de cedro. Posee unas dimensiones de 148,5 x 77,5 cm. En ella se representa la iconografía de la Resurrección de Cristo. Su composición está basada en el grabado realizado por Alberto Durero dentro del famoso ciclo de "La Gran Pasión", fuente habitual de inspiración en los artistas de la época de ejecución del cuadro. En el ángulo inferior derecho, se conserva la firma: "ILLIFONSUS VASQUES, FACIEBAT, 1590".

Si bien el soporte de madera se encuentra en un estado de conservación aceptable, el estrato de color ha sufrido una notable degradación, localizándose numerosas lagunas de preparación y color, especialmente en las zonas en las que ha sido utilizado pigmento rojo y las tierras más oscuras, que se han visto alterados. Por otro lado, la aplicación de un barniz a base de goma laca, ha provocado un amarilleamiento general de la superficie de la obra, lo que impide disfrutar de su correcto cromatismo.

La intervención está siendo llevada a cabo por Benjamín Domínguez, conservador-restaurador licenciado en Bellas Artes, responsable de dicha empresa, quien ya restauró en 2012 otra obra perteneciente a esta colección de pintura renacentista de la parroquia trianera: el cuadro Santa Apolonia, atribuido a Hernando de Sturmio.