NUEVAS TALLAS DE ELÍAS RODRÍGUEZ PICÓN PARA GRANADA (II)

18/04/2011


 

Galería de Fotos

 

Ya está listo el nuevo misterio procesional de la Hermandad del Trabajo y la Luz para que procesione hoy por las calles de Granada, una vez entregada la segunda y última fase del conjunto escultórico por el artista onubense. Dicha fase, al igual que la primera, está compuesta por tres figuras de vestir que, como ya les informamos, representan a Santa Verónica, un sayón y un soldado romano.

Estas tres imágenes se situarán en el primer plano de la escena, cuyo eje central es la figura del Nazareno. La Santa Mujer Verónica, colocada en uno de los extremos, aparece siguiendo el esquema más tradicional de su iconografía: con el lienzo sujeto con ambas manos, arrodillada y mirando afligida el maltratado rostro del Cristo del Trabajo, una imagen de Jesús Caído que porta el madero sobre su hombro izquierdo, mientras apoya la mano izquierda sobre el tronco serrado de un árbol con el fin de evitar el desplome total del cuerpo al suelo.

El sayón, situado en el extremo opuesto, viste sencilla túnica, propia de su condición de sirviente, sujeta con cinturón de cuero, y lleva una cinta roja en la frente, tallada en el mismo bloque craneal. Tira con todas sus fuerzas de la soga que lleva Jesús al cuello para obligarle a continuar su andadura, mientras el Nazareno (efigie de talla completa, con la túnica esculpida en la misma madera, policromada en tonos tierra y estofada en oro fino) eleva su doliente mirada al cielo, rogando fuerzas al Padre para continuar su fatigoso camino. La corona de espinas se superpone a una cabellera ondulada y peinada al centro, que descubre la oreja izquierda y el lóbulo de la derecha. Sus ropas dejan al aire el atlético torso, con los músculos tensos y las venas hinchadas por el esfuerzo.

Respecto al romano, representado al igual que el sayón con la brutalidad típica de los verdugos del Divino Reo, se halla en actitud de dar órdenes al sayón mientras con la mano izquierda se dispone a fustigar para forzar también la caminata del Varón, cuyo extenuado semblante muestra los enrojecidos ojos con pestañas de pelo natural en su parte superior, perfil afilado, pómulo izquierdo fracturado, mejillas hundidas y labios jadeantes que dejan ver claramente la lengua y ambas coronas dentarias. El soldado, vestido con el uniforme propio de su rango en la milicia, se sitúa detrás de un Cristo abatido y con abundancia de heridas sanguinolentas, contusiones, cardenales y regueros de sangre que parten de zonas como la frente, las manos o el tabique nasal.

Pulsando sobre el icono, podrán ver una completa galería fotográfica de tres imágenes con las que se completa un importante proyecto de Rodríguez Picón para la Semana Santa granadina. El autor ha buscado aunar el efectismo y el profundo sentimiento dramático en la puesta en escena; elementos ambos muy presentes en la desgarradora imagen del Cristo del Trabajo, inspirada en el venerado Cristo del Paño que recibe culto en la villa granadina de Moclín.

 

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